Ni la nieve que queda sobre las laderas ni los rebajados precios que ofertan las estaciones para esta recta final de la temporada han resultado atractivos para los amantes del esquí. Algunos hoteles han echado el cierre definitivo, otros planean abrir solo para los días de Semana Santa y también los hay que cerrarán la puerta a partir de mañana, pero solo entre semana. Ninguna zona pirenaica es ajena a esta tendencia y todos los hosteleros, tanto de los valles con muchos kilómetros por los que deslizarse como los que siguen aguantando viejos remontes, afirman que la crisis y la larga campaña de este año -la Semana Santa es más tardía que en los anteriores- son los causantes de esta situación.
De hecho, las estaciones de esquí también ajustan sus horarios a partir de mañana para adaptarse a la demanda pero especialmente a las condiciones de la nieve. A partir del mediodía la nieve está muy transformada (sopa, como se dice coloquialmente) y no gusta a los amantes del esquí. En general, se adelanta la apertura y el cierre.
Panticosa, por ejemplo, ya solo abrirá los fines de semana de 8.00 a 15.00. Es el mismo horario que habrá en Formigal, aunque sí que abrirá todos los días. Cerler también cambiará su horario y permanecerá abierta de 8.15 a 15.00. Candanchú, por su parte, ya aplica la jornada intensiva de 9.00 a 15.00. Todos los centros invernales esperan poder aguantar abiertos hasta el 25 de abril, justo después de Semana Santa. Así se lo plantean las tres estaciones del grupo Aramón y Astún. No obstante, Candanchú todavía la prolongará hasta el 30 de abril, aunque en todos los casos dependen del estado de la nieve.
En Jacetania
En el valle del Aragón se pueden encontrar todo tipo de ejemplos de cómo se adaptan los establecimientos hoteleros. Desde hoteles a pie de pistas que a partir del lunes abrirán solo los fines de semana, como los que ya echaron el cierre hace un par de semanas. «Desde el 20 de marzo la cosa está muy parada», reconoció Paco Coduras, del hotel Villa Canfranc, establecimiento que lleva ya dos semanas sin actividad. «Volveremos a abrir en Semana Santa», explicó, al tiempo que apuntó que para ellos esta es una práctica habitual. «Si la Semana Santa cae a finales de marzo o los primeros días de abril aguantamos, pero tan lejos como este año? es casi un mes sin actividad en el que las pocas pernoctaciones que puede haber no cubren ni los gastos básicos».
También el Gran Hotel de Jaca ha cerrado los días de menos reservas. «Tenemos dos establecimientos y con las reservas que hay, con uno es suficiente (Hotel Oroel, que es el que sigue abierto)», explicó Pedro Marco. Para él es excepcional cerrar en plena temporada de esquí e igual que el resto achaca a la crisis y la Semana Santa tardía esta clausura que durará hasta el día 8 de abril. No obstante indicó que han aprovechado esta circunstancia para hacer obras en la cocina y comedor y poner a punto la nueva ‘Tratoria’, que abrirá sus puertas en este hotel con solera de la capital de la Jacetania.
En Benasque
En el valle de Benasque la situación se repite. «Nosotros hemos cerrado uno de los hoteles», afirmó Jorge Llanas, de la cadena Valero -que posee tres establecimientos en la zona- y también presidente de la Asociación Turística de la zona. «Abriremos otra vez para Semana Santa, pero es que había una previsión muy mala para el mes de abril y si echas cuentas?». No son los únicos. Según relató el Monte Alba, que con 136 habitaciones es uno de los más grandes, ya ha dado por clausurada la temporada de esquí y no abrirá ya hasta el verano. Esgrime las mismas causas que sus compañeros de profesión de otros valles y al igual que Marco, asegura que tendría que echar la vista muy atrás para recordar una temporada de esquí en la que, antes de finalizar, haya tenido que clausurar uno de sus alojamientos.
Ofertas y actividades
También en Formigal, a pesar de los casi cien kilómetros que ofrecía para este fin de semana, ha habido cierres. Según los datos que baraja la Asociación Turística del valle de Tena, el Nieve Sol y el Tirol ya han cerrado y, a partir de mañana, lo hará también el Meliá, aunque este volverá a abrir para la Semana Santa. Son los días que muchos aprovecharán para abrir sus puertas de nuevo y atender la demanda.
No obstante, las estaciones siguen ofreciendo casi 200 kilómetros por los que deslizarse, aunque con los ajustes horarios mencionados para ofrecer la nieve en mejor estado. Los precios también son reducidos e incluso hay quien ha lanzado ofertas especiales u organiza actividades diferentes los fines de semana para resultar más atractivos. «Previendo que con esta larga temporada iba a haber tan pocas reservas en estas últimas semanas, han hecho un esfuerzo los centros con bajos precios. Y a pesar de que conservan nieve y con calidad, sobre todo a primera hora, la respuesta de los turistas ha sido muy tímida», lamentó Llanas.