La dga desentierra la alta velocidad a jaca para conectar con los pirineos

Como hiciera la capital aragonesa con la Expo, el Gobierno de Aragón quiere desenterrar algunos de los proyectos que se encuentran todavía en fase de estudios para impulsarlos con la excusa de la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. La alta velocidad hasta Jaca y Sabiñánigo, e incluso a Canfranc, es uno de ellos.

Ayer, el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, defendió en su comparecencia tras la reunión con representantes del Gobierno central y el Comité Olímpico Español, que este es «un proyecto sencillo» de conseguir y permitiría un viaje rápido desde Zaragoza. No obstante, la realidad es que todavía se encuentra en una fase muy primigenia. De hecho, ni siquiera se ha decidido todavía cuál será el trazado definitivo. Aún se encuentra en fase de estudio, pero el Ministerio de Fomento está apostando por el tramo compatible con el túnel de Sierra Caballera, mientras relega el que solo serviría a la línea internacional. La celebración de los Juegos Olímpicos obligaría a tomar la decisión cuanto antes y acelerar los trámites.

Infraestructuras ya hechas

En este sentido, el presidente de Aragón recordó que se están acabando infraestructuras en el Pirineo y que la candidatura contaría ya «con proyectos terminados o a punto de terminar». Y puso varios ejemplos como el túnel del Somport, el aeropuerto de Huesca… «En dos años, además -recalcó- se llegará por autovía al Pirineo». En poco más de hora y media, se podrá llegar desde Zaragoza a las pistas de Formigal, Panticosa, Astún y Candanchú.

Aunque se terminará más tarde, la autovía Huesca-Lérida también reducirá el tiempo de viaje entre la sede principal de la candidatura y la estación de Cerler. Sin embargo, esa mejora no será suficiente, ya que a partir de Barbastro todavía quedarán 100 kilómetros de carreteras de montaña que actualmente tardan más de hora y media en recorrerse. La elección de la candidatura requerirá una fuerte inversión en mejorar esas carreteras (la N-260, la N-123 y la A-139).

Pero habría una solución a través de la ampliación de Cerler por el valle de Castanesa: crear un nuevo acceso a la estación desde la N-230, la carretera que une Lérida con Arán por el valle del Noguera Ribagorzana. Si recibe todas las autorizaciones ambientales, para el año 2022 la expansión ya estará muy avanzada. Además, es prácticamente seguro que de aquí a esa fecha la N-230 también se haya convertido en autovía -ahora mismo esa obra está en fase de estudio informativo-.

El Gobierno de Aragón estudia aprovechar esta infraestructura para conectarla con Aragón entre Barbastro y Benabarre. La figura de la autopista autonómica podría ser una opción para evitar que el tráfico se vaya por Lérida. El impulso de la candidatura podría permitir hacer realidad estas propuestas.

Sin duda, el proyecto de candidatura deberá hacer especial hincapié en estas conexiones con Benasque, quizá uno de los puntos más débiles actualmente. No en vano, Cerler es la única estación que dispone de una pista de descenso con garantías de ser homologada por la Federación Internacional de Esquí.

 

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