–¿Por qué ha aplazado la recalificación de suelo para 3.500 viviendas (prevista para hoy) hasta después de las elecciones?
–Queremos que los vecinos de Montanuy tengan tiempo de conocer bien el planeamiento. Muchos ya lo conocen, porque han alegado y se les ha tenido en cuenta, pero es un proyecto lo suficientemente importante como para tomarlo con calma. Nosotros teníamos un compromiso electoral de hace ocho años, dijimos que estudiaríamos la posibilidad de ampliar las pistas de Castanesa y que redactaríamos el Plan General. Ahora lo dejamos en manos de la población.
–¿Pero por qué precisamente hasta después de las elecciones?
— Yo tengo las cosas muy claras. He hecho lo que creo que es lo mejor para el municipio y ahora lo dejo en manos de los vecinos, para que decidan si quieren o no este desarrollo vinculado a la estación de esquí.
–Siento insistir, pero a su gobierno no le hace falta esperar a las elecciones, porque tiene ahora mayoría suficiente para aprobar la operación.
–Efectivamente, somos mayoría, pero creemos que es un trabajo lo suficientemente importante para el municipio como para que la gente decida. No quiero que luego lo rechacen y nos digan que si lo hemos hecho nosotros por nuestra cuenta. Con su voto, los vecinos decidirán si quieren esto o no.
–Da la sensación de que retrasando la aprobación del planeamiento se ha intentado evitar las críticas a la DGA, a Aramón y al PSOE de haber permitido un gran pelotazo urbanístico.
–No, no, no. Críticas he tenido desde que empezó la tramitación. Más de las cosas que han dicho no van a poder decir. Me han criticado por todos los lados. Lo que me sabe mal es que gente que ni ha nacido en el municipio, ni vive en él, ni tiene los problemas de aquí, esté en contra del Plan General, esté en contra de la construcción de cualquier carretera y se piense que en la montaña nos tenemos que quedar sin servicios ni infraestructuras. Cada año perdemos población, porque no hay forma de ganarse la vida aquí, y hay que frenar eso.
–¿Cuál es entonces el objetivo: generar puestos de empleo o atraer población?
–Indudablemente, fijar población. Y eso va de la mano del desarrollo urbanístico.
–Se ha puesto en duda la sostenibilidad de construir 3.500 viviendas ligadas a la ampliación de una estación de esquí. ¿Es sostenible?
–Lo es. Las viviendas no van a levantarse todas juntas, sino que se van a dividir en 17 núcleos diferenciados y en las zonas más bajas de la montaña. También las estaciones se han diseñado sin aparcamientos, que es lo que más daños produce. A la hora de diseñar el plan se han adoptado medidas para minimizar el impacto ambiental. Se ha tenido cuidado.
–Además de las pistas de esquí, ¿qué otros beneficios recibirá Montanuy en concepto de cargas urbanísticas por parte de los promotores?
–Este proyecto ha nacido ligado a la estación y las cargas son las habituales en estos casos: red de agua, alumbrado, saneamiento, accesos… Aquí las carreteras tienen menos de tres metros. No creo que sea malo querer tener unas vías adecuadas para poder circular sin riesgos.
–¿Y no se prevé equipamientos para la población de Montanuy y para esos nuevos habitantes que se quiere fijar: biblioteca, espacios públicos, arreglo de calles…?
–Eso, eso, eso… (balbucea). De eso todavía no se ha hablado. Vendrá más adelante. Primero hace falta desarrollarse urbanísticamente.
–¿Se presentará como alcalde en las próximas elecciones?
–Sí. Me presentaré.