No entendemos como sostenible el desarrollo urbanístico que se está produciendo en esta comunidad. Con viviendas alejadas de los núcleos de población que obligan al uso del vehículo particular y que se levantan como una telaraña junto a centros comerciales, y con un modelo basado en el ladrillo alrededor de la montaña. Porque Aragón sufre ya las secuelas de la especulación urbanística, y nunca fuimos tan esclavos del precio de nuestros pisos. La construcción se ha convertido en el refugio del capital más especulativo y del empleo más precario», lamentan Isabel Muñoz y Maribel Martínez.
Ambas pertenecen a la coordinadora Aragón no se Vende, que ha convocado para este sábado una manifestación (a las 20.00 horas en la glorieta Sasera) en defensa del patrimonio y contra la especulación. La iniciativa se encuadra dentro de una protesta nacional que ese mismo día saldrá a la calle en diferentes capitales españolas.
«La nueva plataforma la formamos gentes muy variadas, que trabajamos codo con codo por un futuro mejor», afirman. Y claro ejemplo de ello son ellas mismas. Isabel tiene 27 años y estudia y trabaja al mismo tiempo. Mientras que Maribel, una funcionaria de 53 años, lleva tras de sí una larga trayectoria de lucha ecologista. El problema de la vivienda y el respeto por el Medio Ambiente les ha unido.
Aragón no se Vende lo forman cerca de medio centenar de colectivos vecinales y ciudadanos, sindicatos, ecologistas. Tales como la Asociación de Vecinos de Delicias, San José, Venecia, Lanuza-Casco Viejo, La Madalena, La Paz y Pirineo Central. O, entre otros, la Asamblea por la Vivienda Digna, Pedalea, varios clubs de montaña, CCOO, CGT, Ebro Vivo, Fundación Quebrantahuesos, Towanda, Foro Ciudad y Ciudadanía.
«A Aragón le damos un suspenso en cuanto a ordenación del territorio. Los jóvenes no podemos comprarnos un piso por los altos precios, pero tampoco se potencia el alquiler ni se ofrecen más posibilidades para acceder a una vivienda nueva», argumenta Isabel.
«Después del trabajo que realizamos en la Plataforma en Defensa del Agua entendíamos que había que seguir trabajando y muchos nos adherimos a la Plataforma en Defensa de la Montaña. No como una defensa propiamente dicha del medio natural, sino en contra del modelo exclusivo de las estaciones de esquí como desarrollo. Un modelo que se ha demostrado no fija población ni proporciona riqueza a los municipios», asegura Maribel.
Ambas insisten en que el mensaje de la manifestación y el de la propia coordinadora es positivo. «Todos los días se van sumando nuevos colectivos. Por ello, quien quiera ponerse en contacto con nosotros, lo puede hacer en www.aragonnosevende.org, donde también se puede informar de nuestros objetivos», explican.
En cuanto a la manifestación del sábado, los organizadores avanzan que habrá bastante diversión. El grupo Los Blackis amenizará el acto y unas quince personas se encargarán de protagonizar los problemas y de repartir billetes de 500 euros y títulos de propiedad. «La protesta también quiere ser un toque de atención a los distintos partidos políticos para que los gobiernos locales y autonómicos asuman un cambio en la gestión urbanística. Queremos un compromiso firme contra la especulación y a favor de un Aragón saludable», reclaman.