Españoles y franceses se unieron ayer para protestar contra la creación de una nueva zona de esquí junto a la boca norte del túnel de Bielsa, en el valle de Aure, en el departamento galo de Altos Pirineos. Alrededor de 200 personas se movilizaron en respuesta a la convocatoria realizada por la Asociación de Defensa y de Protección de los Valles Pirenaicos de Saux y de la Gela.
Los concentrados, entre quienes figuran miembros de Ecologistas en Acción y de Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón, se oponen a un proyecto de Aramón con el que se pretende facilitar el acceso a la estación de esquí de Piau-Engaly mediante la construcción de un estacionamiento y la instalación de remontes en un territorio de alta montaña, todavía virgen y dedicado a pastos.
«Ha sido un éxito que vengan españoles a esta manifestación», señaló Georges Embún, uno de los organizadores, que destacó que entre los participantes había representantes de todos los colectivos afectados por el plan: agricultores, monitores de esquí, guías de montaña, comerciantes, artesanos, montañeses y aficionados a los deportes de aventura.
«Se trata de un proyecto que causará graves destrozos, es un atentado contra la naturaleza, cuando lo cierto es que el impacto sería mucho menor si el parking se construyera a siete kilómetros de la salida del túnel», aseguró Embún.
ESTACIONAMIENTO La manifestación se realizó a media tarde, bajo los lemas Salvemos Saux y la Gela y La montaña no se puede vender ni desfigurar. Los organizadores consideran que la convocatoria fue un éxito, «sobre todo teniendo en cuenta que hacía un tiempo desapacible», en palabras de Embún.
La zona de estacionamiento prevista en el plan de Aramón tendría 500 plazas y ocuparía una hectárea y media, a lo que se añadirían varios edificios administrativos y comerciales en 1.500 metros cuadrados, así como un espacio de esquí para debutantes.
El objetivo es que esta plataforma sirva de punto de salida de un telesilla de seis plazas que, a una altura de 2.270 metros, enlazaría con otros remontes mecánicos que permitirían salvar la distancia existente hasta las pistas de Piau-Engaly. En total, los telesillas y telecabinas planeados recorrerían 4,7 kilómetros y salvarían un desnivel de 1.160 metros.
«La idea es atraer esquiadores españoles a las estaciones del valle de Aure y sus aledaños, tres en total, pero no se baraja la posibilidad de que la crisis económica pueda desbaratarlo todo», apuntó Georges Embún.