El truco del padrón (noticias del 28-03-2006)

EDITORIAL
El truco del padrón
EL PAÍS – Opinión – 28-03-2006
Se inscriben en el padrón municipal familiares o amigos, y se hincha consiguientemente el censo electoral. Es un viejo truco para ganar alcaldías, especialmente cuando soplan vientos inmobiliarios. Era ya tiempo de detener este fraude ante algunos casos que han llegado a la justicia y la constatación de «numerosos empadronamientos sospechosos» por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de quien depende la Oficina del Censo Electoral. Con vistas a las municipales del año próximo se ha impuesto la revisión del censo de 5.856 poblaciones, sobre un total de 8.109 municipios.

La falta de control ha favorecido este tipo de fraudes. Era posible cambiar de municipio, darse de alta en uno nuevo y figurar en su censo electoral, sin que se hubiera producido a la vez la baja en el anterior. Por ello, el INE ha ordenado que sus delegaciones provinciales den de baja a los empadronados que no vivan en los pueblos de menos de 2.000 habitantes, aun cuando no hayan sido dados de alta en un nuevo municipio. Las multas de 30 a 601 euros por inclusión ficticia en el censo no se corresponden con las cantidades que a menudo están en juego. Es el caso de Yésero, Huesca, cuyo alcalde empadronó de golpe en 1998 a 19 personas -él incluido- para presentarse luego a unas elecciones que ganó por 17 votos. Hoy pretende aprobar la construcción de 589 casas en un pueblo que sólo tenía 40 viviendas y 62 residentes censados.

La justicia es lenta en algunos casos. La Audiencia de Navarra ha inhabilitado al alcalde de Pitillas por consentir la inscripción de 135 vecinos en los seis meses anteriores a los comicios de 2003, y 82 de ellos sólo en los tres meses anteriores, con lo que se aseguró la victoria en las municipales 2003. En una ciudad de cierta importancia, un alcalde condenado a más de ocho años de inhabilitación para empleo o cargo público especial hubiera tenido que dimitir, a pesar de que haya recurrido su caso ante el Supremo. La microgestión de las reglas del juego es esencial en elecciones municipales, y éstas son una dimensión fundamental de la democracia.

Los fraudes del censo
Manuel Lozano Álvarez – Madrid
EL PAÍS – Opinión – 29-03-2006
El artículo y el editorial denunciando los numerosos empadronamientos sospechosos detectados por el Instituto Nacional de Estadística y en los que, con vistas a las municipales del año próximo, se ha impuesto la revisión del censo de 5.856 poblaciones, sobre un total de 8.109 municipios, ya que las inscripciones fraudulentas en el padrón municipal de habitantes «es un viejo truco para ganar alcaldías, especialmente cuando soplan vientos inmobiliarios», vienen a reafirmarme en mis opiniones: los ayuntamientos (siquiera los de pueblos con menos de 2.000 habitantes, que son los que van a ser revisados por el INE) deben estar excluidos de cualquier competencia en materia urbanística.

En el propio artículo comentado se señala la paradoja de que mientras la vertiente española de los Pirineos se va llenando de construcciones residenciales o proyectos de ellas que generalmente apenas son utilizadas unas semanas al año, en la parte francesa la conservación es modélica. Evidentemente, la causa de estas diferentes situaciones la encontramos en los diferentes modelos de asignación de competencias urbanísticas en España y en Francia: en el primer caso, un modelo descentralizado hasta límites patológicos; en el segundo, un modelo férreamente centralizado en la capital de la República, que a la postre ha resultado más beneficioso para la protección del medio ambiente y del patrimonio arquitectónico.

Heraldo de Aragón, 28 de marzo de 2006
Coto a los empadronamientos por interés electoral o privado, muy extendidos en Aragón. La Oficina del Censo puede obligar a los municipios a certificar que las altas son de residentes tras las «sospechas» de 1999 y 2003.

JAVIER BENITO. Zaragoza | Mano dura contra el fraude electoral. El Gobierno central ha decidido poner coto a la práctica, relativamente frecuente en Aragón, de hacer empadronamientos masivos de ciudadanos en pequeños municipios con fines directamente electorales o por otros intereses espurios. El caso más reciente puede ser el de la pequeña localidad pirenaica de Yésero -con negocios urbanísticos de fondo-, pero antes ha habido otros, que, a veces, también han llegado a los tribunales, como en Nuévalos.

El pasado 8 de marzo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó una resolución de la Oficina del Censo Electoral (OCE, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda), que, en primer lugar, agiliza el proceso para las bajas de oficio por inclusión indebida, recordando que los electores tienen la obligación de estar empadronados en el municipio y domicilio donde residan habitualmente.

En segundo lugar, la OCE establece un procedimiento de control de altas en el Censo, «en especial en los municipios que pueden tener una mayor trascendencia en las elecciones municipales», de forma que los ayuntamientos pueden verse obligados a comprobar exhaustivamente y certificar que los electores empadronados en cada uno realmente residen allí.

Además, se establece que las cifras de electores por municipios y en su caso por entidades locales menores se publicarán en internet a través de la página web del Instituto Nacional de Estadística (www.ine.es) mensualmente y se establece un procedimiento de reclamación sobre la cifra de electores después de cada actualización.

Estas medidas responden, según la resolución, a «la experiencia de lo acontecido en las elecciones municipales de 1999 y 2003, en las que se produjeron numerosos casos de empadronamientos sospechosos de no corresponder a situaciones reales de residencia habitual de los vecinos».

Ese carácter «sospechoso» se fundamenta, principalmente, en denuncias ante la Oficina del Censo Electoral, los consejos provinciales de empadronamiento (integrados por las delegaciones del INE, las diputaciones y las organizaciones de municipios), las juntas electorales u otras instancias, incluidos los tribunales. Precisamente, uno de los precedentes más claros denunciados ante la OCE, junto a localidades como Pitillas (Navarra) o Ares (La Coruña) es el de Nuévalos (Zaragoza), según fuentes municipales.

Hace tres años, la directora de la OCE llegó a enviar al Ministerio Fiscal el censo electoral de Nuévalos -donde gobierna desde hace años el socialista Manuel Esplugas- por presuntas irregularidades detectadas a raíz de «el empadronamiento masivo de personas que no residen o no tienen relación alguna con el pueblo» denunciado por el PP.

El caso es que llovía sobre mojado. Un año antes, el Juzgado de Primera Instancia de Calatayud ya desestimó otras acusaciones de la misma procedencia contra el alcalde y el secretario municipal por presuntas «manipulaciones» del censo en las elecciones generales del año 2000.

Antes de las últimas municipales también hubo denuncias en Embid de la Ribera y Los Pintanos (Zaragoza) o Villanueva de Sijena (Huesca). Después han trascendido otros empadronamientos por supuestos intereses urbanísticos en Yésero o Fago, en el Pirineo oscense. En un reportaje reciente del programa «Línea 900» de La 2 titulado «El truco del padrón» se citaba, además de estos municipios, los de Fanlo o Aragüés del Puerto.

Aunque las razones de empadronamientos indebidos son muy variadas. Por ejemplo, en otros municipios como Villanúa o Tella-Sin, pueden empadronarse residentes en Zaragoza que simplemente quieren pagar menos impuestos, apuntan fuentes de estas mismas zonas.

O también ocurre con frecuencia, sobre todo en la provincia de Teruel, que muchos ciudadanos se empadronan en su población natal -pese a no vivir habitualmente en ella y tener sólo la casa de sus padres o haberse arreglado una segunda residencia- con el ánimo de contribuir a su mantenimiento y supervivencia. Un planteamiento en cierta forma altruista con el que, sin embargo, la ley tampoco hace excepción.
Las variaciones significativas, al tablón de anuncios

La nueva normativa establece que los municipios que tengan «variaciones especialmente significativas» a juicio de la Oficina del Censo y con carácter general todos los que tengan hasta 2.000 electores tendrán que difundir las cifras oficiales de electores en el tablón de anuncios del ayuntamiento.

Aunque sea para combatir el fraude electoral, el control del padrón también hará más difícil la inscripción colectiva por otras razones, como el interés urbanístico.

Aunque algunos políticos se lleven las manos a la cabeza, la semilla del fraude anida a menudo en el seno de los partidos, que a veces hacen cosas parecidas, como constituir agrupaciones fantasma, afiliar a toda la familia y hasta algún muerto o llevar a votar hasta al abuelo del brazo y si hace falta en camilla.

Luego, en una Comunidad minifundista como Aragón, un puñado de votos puede decidir si un pueblo tiene concejo abierto o municipio en toda regla, su color político, la mayoría en la diputación provincial e incluso esaños clave en el Parlamento. Quizá sea demasiado tentador para algunos.

PREPARATIVOS ELECTORALES. El Periódico de Aragón.
El Gobierno ordena revisar el censo de 764 pueblos aragoneses

Estadística intenta evitar los fraudes basados en falsos empadronamientos. Las inscripciones amañadas se sancionarán con multas de hasta 600 euros.
M. NAVACORENA (28/03/2006)

El Gobierno central ha decidido atajar los fraudes electorales ordenando a los ayuntamientos de menos de 2.000 habitantes –674 de los 731 existentes en Aragón– la revisión y puesta al día de sus padrones so pena de acudir a la Junta Electoral Central y de imponer una multa a los vecinos infractores de hasta 600 euros. Además, ahí donde existan porcentajes sospechosos, las delegaciones provinciales del Instituto Nacional de Estadística (INE) actuarán de oficio dando de baja a quien no resida habitualmente allí.

La decisión, publicada ayer en El País, responde a «numerosos empadronamientos sospechosos» detectados en las elecciones municipales de 1999 y 2003. EL PERIÓDICO ya publicó este mismo mes las irregularidades vividas en varios pueblos del Pirineo. Unas ilegalidades ligadas en su mayoría a la expansión urbanística, y que en Aragón cuentan ya con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) –recurrida al Supremo– contra el alcalde de Yésero.

La resolución de la oficina del censo electoral del INE salió publicada en el BOE del 8 de marzo. En ella se establece como novedad que a partir de ahora se dará de baja automática del censo electoral a todo aquel inscrito en un padrón que no resida en el nuevo municipio (hasta ahora se esperaba para primar el voto). Con ello se intenta frenar duplicidades y conseguir que todos los empadronados vivan realmente en los pueblos.

COMPROBAR LA RESIDENCIA Las cifras de electores se publicarán mensualmente en la web www.ine.es y serán remitidas tanto a los consistorios que tengan variaciones significativas como a todos los municipios de menos de 2.000 habitantes para que lo hagan público. Tras un periodo de reclamaciones, el INE «podrá requerir del ayuntamiento que certifique que se han realizado todas las comprobaciones necesarias para verificar que los electores inscritos residen realmente en el municipio y en el domicilio donde figuran empadronados, sin que sea suficiente la mera aportación de las hojas de empadronamiento»

A partir de ahora, el ayuntamiento notificará a las personas dadas de alta la obligación de inscribirse en el padrón del municipio en el que resida habitualmente, advirtiéndole que la falsedad será una infracción electoral sancionada con multa de 30,01 a 601,01 euros.

Si el consistorio comprueba que algunas de las personas dadas de alta no residen en el municipio o no responden al requerimiento, deberá iniciar de inmediato un expediente de baja de oficio por inclusión indebida. Y si el municipio no responde al requerimiento de la delegación provincial del INE, en un plazo de 15 días se reclamará una certificación y transcurrido otro periodo similar se pondrá en conocimiento de la Junta Electoral Central.

VENTAJAS La diferencia de estar empadronado en un municipio o en otro repercute en ventajas como los cotos de caza o los micológicos, el reparto de madera, un impuesto de circulación más barato o una mejor atención sanitaria.

En Aragón, de momento la situación más palpable se ha detectado en pequeñas localidades del Pirineo, en donde el alcalde y su equipo de gobierno intentan dibujar unos planes urbanísticos basados en recalificaciones beneficiosas para unos. El INE de Aragón admite no haber actuado de oficio recientemente para inspeccionar estos censos electorales o padrones. Y la iniciativa la han tomado los vecinos, como los de Yésero, que han denunciado los hechos ante los tribunales.

Crecimientos espectaculares en vísperas electorales

El censo de algunos municipios aragoneses ha registrado espectaculares crecimientos en vísperas de elecciones municipales. El más destacado es el del 105% que experimentó la localidad zaragozana de Anento entre enero de 2002 y mayo del 203. Le precedía otra del 38% cuatro años antes. El primero es similar al de La Muela en el mismo plazo: sumó 1.207 vecinos a los 979 censados. Le siguen en crecimiento relativo otro municipio zaragozano, Pómer –un 80% en el periodo 2002-2003–, y uno oscense, Nueno, donde el aumento fue del 82%. En Teruel destaca El Vallecillo, con un 67% a final de los 90.

Pueblecicos
JOSÉ LUIS Trasobares (28/03/2006)

Decía el otro día el vicepresidente Biel que por algo será que algunos pueblos del terruño rural van mucho más pitos que la misma Zaragoza, y se ponen auditorios, tranvías, chirimbolos, semáforos y frontones. Tiene razón. Claro que esos pueblos prodigiosos no son exactamente las localidades parameras del Cuarto Espacio por cuya redención clama y pena el presidente de la DPZ, Javier Lambán, sino poblaciones muy específicas ubicadas en las áreas de influencia de las capitales, o en hermosos parajes montañeses, o en cualesquiera otros lugares de interés urbanístico (más o menos) donde la tierra esté lista para convertirse en solar y el solar en pelotazo.

Hay pueblecicos aragoneses hasta ahora de capa caída donde los censos electorales han crecido de repente con inusitada rapidez. De súbito se constituyen nuevos ayuntamientos y florecen planes generales de ordenación con golosos apartamentos, ricos chalets y otras virguerías. Hasta ahora esos desparramos urbanísticos sólo sucedían en los términos municipales de las grandes ciudades y en algunas villas escogidas. Allí, el gesto administrativo de declarar urbanizable un suelo rústico ha producido durante decenios efectos embriagadores, borracheras de pingüe beneficio. Y como a todos nos va el vicio, pronto hubo otras localidades que aspiraron a correrse la juerga: ésta por quedar cerca de Zaragoza, aquella por su proximidad a Huesca, la de más allá por la vecindad con la estación de esquí o por su idoneidad para albergar un bonito campo de golf… En fin, incluso están surgiendo ahora alicientes que ni siquiera guardan relación con la recalificación del suelo y el ladrillazo. Un pueblo puede dar juego por sus derechos de pasto o de explotación del bosque, o por sus posibilidades para albergar un parque eólico, una incineradora, una mina a cielo abierto o un Potosí.

El dinero es Dios. El que no corre, vuela. Ni los lejanos pueblecicos del Aragón profundo están a salvo.

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