El pirineo seguirá con temperaturas extremas de hasta 24 grados y sumará casi un mes sin nevadas

El mes de febrero se despedirá con más calor, en un invierno marcado por la irregularidad. La anomalía térmica que el sábado dejó temperaturas veraniegas incluso en el Pirineo (25 grados en Torla) se mantendrá esta semana. Según las previsiones de la Aemet, los termómetros pueden estar 10 grados por encima de lo normal, lo que supone un problema para mantener la nieve, que cayó en abundancia entre finales de enero y los primeros días de febrero pero que en las últimas semanas ha estado ausente. Para esta semana no se esperan precipitaciones.

Las temperaturas pueden alcanzar cifras históricas para un mes de febrero. Zaragoza batió el récord el sábado, con 23,1 grados, superando la máxima absoluta de 1978 (22,5), pero puede pulverizar ese dato el miércoles, cuando se esperan 25. La previsión es similar en la capital oscense, donde se llegaría a 24 grados, por encima del último valor extremo a estas alturas del invierno, los 21 grados del 26 de febrero de 1990.

No será distinto en el Pirineo, donde el profundo anticiclón anclado sobre la península se dejará notar sobre todo mañana, miércoles. En Benasque llegarán a 22 grados, los mismos que en Torla o en Aragüés, pero en Bielsa los termómetros pueden subir incluso a 24 grados.

Aunque la reserva de nieve en el Pirineo se ha reducido en los últimos días por el calor (la semana pasada ya se situaba en valores inferiores a los de las mismas fechas del 2018), las estaciones de esquí aragonesas mantienen 327 km esquiables, con espesores que alcanzan 1,50 m. A algún espacio nórdico, las altas temperaturas sí le han pasado factura. En las pistas de fondo del valle de Pineta, la temporada ha durado un mes. «Abrimos el 26 de enero y cerramos el 21 de febrero», explicó su director, Borja Real, quien aclara que es la situada a menor altitud de las siete de Aragón. En su caso, la situación se ha complicado por la avería de la maquinaria que hubiera permitido mover la nieve que hay en el entorno hasta la pista.

Las heladas nocturnas están permitiendo contener la fusión de la nieve. Y es que el contraste entre el día y la noche es espectacular. Las estaciones meteorológicas que la Aemet tiene en centros de esquí y refugios de montaña han marcado en las últimas horas diferencias de más de 20 grados. Precisamente en Pineta, la mínima se situó en -5,2 y la máxima en 15. En Formigal llegó a haber 17 grados el sábado.

El delegado de la Aemet en Aragón, Rafael Requena, dijo que la nieve aguanta por las heladas nocturnas. «Aunque van bajando los espesores, lo hacen poco a poco, pero si no nieva más empezará a fundirse». Recordó que todavía puede nevar en marzo, en abril e incluso en mayo. El primer frente frío, que podría traer de nuevo copos, se espera a partir de la semana que viene.

«Aunque van bajando los espesores, lo hacen poco a poco, pero si no nieva más empezará a fundirse»

Precisamente, los técnicos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Ebro realizaban el lunes el primer sondeo en el telenivómetro de la Besurta (Benasque) para medir la densidad de la nieve, y poder calcular así el equivalente en agua, que llegará luego a los embalses. El aparato se instaló el pasado otoño en ese lugar. En total, la Confederación tiene instalados 13 en el Pirineo que le permiten hacer los cálculos de la reserva nival.

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