«Un desastre absoluto». Esa es la idea que tiene el coordinador general de IU, Cayo Lara, de los planes urbanísticos desarrollados por el Gobierno de Aragón o que cuentan con su apoyo. Lara, que visitó ayer por primera vez desde que resultó elegido máximo líder de la formación de izquierdas la ciudad de Zaragoza, expuso de esta forma tan rotunda su opinión acerca del Ejecutivo aragonés. IU ha demostrado una firme oposición al modelo de desarrollo que se ha realizado en los últimos años apoyado por la administración autonómica, que ha pasado de defender la sostenibilidad como principal argumento urbanístico y criticar el modelo levantino a apoyar planes como las ampliaciones de las pistas de Aramón, Gran Scala o determinados planes generales de ordenación urbana. Además, las políticas mantenidas por los Gobiernos autonómicos no son más que simples «sucursales» de los modelos centrales del PSOE y el PP.
Para Lara, que mantuvo una intensa jornada de trabajo con sindicatos y trabajadores, considera que Aragón es el ejemplo más palpable de por qué se ha llegado a esta crisis y cree que es el modelo impulsado en Aragón como «la expresión más concreta de lo que es la crisis».
El coordinador general de IU sigue de cerca las evoluciones del complejo de juego y ocio que tiene previsto instalarse en Ontiñena y al que la DGA quiere dar facilidades legislativas y logísticas. Para el máximo responsable de Izquierda Unida, la cuestión es saber si lo que se quiere es abrir «una fábrica de ludópatas» y considera que la implantación de grandes complejos de ocio es un modelo «acabado».
La oposición absoluta de la formación de izquierdas en torno a este complejo ha quedado demostrada desde el primer día, y todos sus cargos públicos han trabajado activamente en todas las instituciones contra el proyecto. A las iniciativas emprendidas en el Ayuntamiento de Zaragoza y las Cortes, se suma el trabajo de Willy Meyer en el Parlamento europeo y también el de Gaspar Llamazares en el Congreso.