El hielo olímpico en huesca y la pista de boxley en gran scala

A estas alturas de Legislatura algunos gobernantes necesitan ya vender películas para que los vecinos y vecinas estén contentos. ¡Ya hemos entrado, ya hemos entrado…!. Una especie de euforia les invade porque todo va a ser un mundo feliz, todo será maravilloso, nos llegarán infraestructuras que necesitamos y no tenemos… Vaya, el cuento de la lechera, pero es que a la lechera se le ha roto ya tres veces la jarra; a ver que día dejamos de contar cuentos, ser personas mayores y ponernos a hacer ciudades desarrolladas, con tejido industrial y con tejido económico diversificado y dejarnos de quimeras, que parece que aquí no se puede hacer una carretera que necesitamos si no se hace una olimpiada.

Pero, ¿de qué estamos hablando?.

Estamos hablando de un modelo que ha fracasado estrepitosamente: del boom del ladrillo. ¿Alguien se cree que todo esto se puede hacer en el Pirineo sin un boom del ladrillo asociado, sin recalificaciones masivas para generar los derechos?.

Esto es todo una trola y, como no tienen nada que ofertar para que esta ciudad siga adelante, nos quieren vender señuelos.

Además de que unas olimpiadas no caben en el Pirineo, después de la experiencia de Aramón con Castanesa, con Astún, con Formigal y con Canal Roya, se puede intuir perfectamente cual sería el único devenir posible de un experimento de este estilo, así que ni un euro para el proyecto; esta carrera no hay ni que comenzarla, es otro intento de engañar una vez más a la ciudadanía.

Mientras la ciudad de Huesca, con un tejido industrial cada vez más hundido y con una inaplazable necesidad de diversificar su economía, lo que requiere es esfuerzo e inversión para un plazo corto, algunos quieren que por aquí las cosas giren alrededor de una candidatura para el año 2022. Por favor… Y qué decir de Zaragoza que parece no poder vivir sin algún evento internacional que echarse a la boca. ¡Ni que el balance de la EXPO fuera para lanzar cohetes!.

Los que dicen y creen que si no es con estos eventos no se consiguen infraestructuras, que lo expliquen, especialmente quienes tienen la responsabilidad de dotar a los pueblos y ciudades de ellas. Que explique el Partido Socialista porqué el Pirineo necesita de una olimpiada para poder tener las infraestructuras necesarias; ellos son quienes tienen la posibilidad de hacer efectivas esas infraestructuras y para ello no hace falta ningún tipo de quimera ni olimpiada.

Si se piensa un poco, Fernando Elboj y Fernando Lafuente se desenmascaran solos. Ante su fracaso como gestores para el desarrollo de ésta ciudad, que en media legislatura ha incrementado sus parados en casi dos mil personas, nos quieren vender la moto de que “no os apuréis, que de aquí a 2022 va a ser el mundo de Alicia en el país de las Maravillas”; venga, hombre…; y la pista de boxley, ¿la pondremos en Gran Scala ?

Su entusiasmo es directamente proporcional a la risa que provoca, aunque no tenga ninguna gracia.

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