La lectura que hace Aramón de las consecuencias de la fallida venta de sus suelos en Cerler es clara: el grupo no podrá hacer más inversiones en el valle de Benasque mientras no venda esos terrenos, y para eso hace falta que el Ayuntamiento desbloquee el plan urbanístico de la urbanización retirando la declaración de litigiosidad de los terrenos y aprobando la reparcelación de la segunda unidad de ejecución.
Fuentes oficiales del holding aragonés de la nieve aseguraron ayer que esta postura no es ni una venganza ni una represalia contra el Consistorio benasqués. «Es puro sentido común: si no podemos vender los suelos no tendremos ingresos, y si no tenemos ingresos no podemos hacer inversiones porque no habrá dinero para hacerlas», insistieron las mismas fuentes.
Montañas de Aragón recordó además que ya ha gastado 17 millones en mejorar la situación de la estación de Cerler. «La empresa los adelantó en la confianza de que se iba a cumplir el convenio urbanístico firmado con el Ayuntamiento», subrayaron las fuentes consultadas.
Siempre según el grupo, el escenario de que Alto Cerler XXI finalmente renunciara a comprar los terrenos de Cerler ya había sido contemplado en el plan estratégico de Fomento y Desarrollo del Valle de Benasque, la sociedad filial que gestiona la estación de esquí. Al producirse esta situación, Aramón reitera que no puede efectuar ninguna inversión más en el valle porque no va a tener ingresos para hacerlo.
Al mismo tiempo asegura que esto no afecta al resto de estaciones. Sin embargo, los ingresos procedentes de sus operaciones urbanísticas en Cerler son los únicos de envergadura con los que Montañas de Aragón puede contar a corto plazo.
Dos sentencias pendientes
El anuncio de los antiguos propietarios de los terrenos de Cerler de que recurrirán la desestimación de su demanda contra el grupo aragonés de la nieve parece descartar que la litigiosidad vaya a retirarse a corto e incluso medio plazo. No obstante, Aramón está a la espera de que la Justicia se pronuncie sobre los dos recursos contencioso-administrativos que presentó contra la decisión del Ayuntamiento de declarar litigiosos los suelos y de rechazar la aprobación del plan de reparcelación pendiente por silencio administrativo. Esas sentencias podrían desbloquear la situación actual.
En el caso de la litigiosidad, el grupo aragonés de la nieve considera que el acto recurrido es nulo. La votación fue muy polémica porque se produjo a tres días de las últimas elecciones municipales, en contra de los informes de los técnicos del Consistorio y con solo dos votos a favor de nueve posibles -cuatro concejales no asistieron al pleno, dos tuvieron que ausentarse por estar implicados en la demanda de los vecinos y otro se abstuvo-. No obstante, el juez ya rechazó las medidas cautelares solicitadas por Aramón contra esa decisión del Ayuntamiento.