Cabe recordar que, en lo que va de año, es la segunda vez que, esta vía se corta, en su tramo final por riesgo de aludes. La primera fue el 31 de enero y la carretera permaneció cerrada hasta el 6 de febrero.
Desde los establecimientos hoteleros de la zona se indicaba que, este hecho, vuelve a poner de manifiesto la necesidad de la visera de Rosec. Cabe recordar que, la vía cuenta con dos viseras, la última la de Senarta, aunque eso no evita que la carretera se cierre al tráfico cada vez que existe riesgo alto de aludes. Una tercera visera, señalaban, minimizaría los riesgos.