Ayuntamientos del psoe piden al gobierno de lambán la retirada del impuesto sobre la nieve
La recuperación del impuesto que grava al sector de la nieve no solo disgusta a los partidos de la oposición. Los más críticos con la medida del gobierno de Javier Lambán son los municipios con estaciones de esquí, que le piden que dé marcha atrás en el trámite parlamentario para evitar los graves perjuicios que implicaría en la economía de los valles pirenaicos.
La oposición es total en el valle del Aragón, donde están las dos estaciones privadas, Astún y Candanchú, las más perjudicadas. Los ayuntamientos, todos del Partido Socialista, coinciden en que «no es el momento», con una grave crisis en el sector, balances negativos en las empresas y muchos negocios y empleos colgando del turismo invernal. Los alcaldes de Canfranc, Castiello y Villanúa esperan «una rectificación» porque es necesario «dar un respiro a las estaciones», en palabras del último, Luis Terrén. «Se tiene que parar», insistió, y de no ser así, «habrá que hacer algo». «Nuestra idea es que se acabará anulando», dijo el de Castiello, Álvaro Salesa.
También el alcalde de Jaca, de cuyo municipio depende Astún, confía en que se paralice la aplicación de este tributo, incluido como un impuesto medioambiental sobre las instalaciones de transporte por cable (telecabinas, telesillas y telesquíes) , dentro del paquete de medidas fiscales planteado por el gobierno socialista y actualmente en periodo de enmiendas en las Cortes. «Es una medida precipitada y se debe posponer», afirmó Juan Manuel Ramón, quien aseguró que está habiendo contactos con el gobierno para replantearla. A su juicio, «quizá llegue el momento en que se pueda pedir un esfuerzo (a las estaciones), pero no ahora», y añadió que cualquier decisión requiere un tratamiento global y un estudio previo.
También ha habido reacciones en los valles de Tena y Benasque, donde se ubican los otros tres centros invernales, del grupo Aramón, con capital mixto. «No ayuda en nada, ni a las estaciones ni a la montaña, solo agravará la situación de las empresas», declaró el alcalde de Benasque, José Ignacio Abadías (PAR); mientras que el de Panticosa, Ricardo Laguna (PP), insistió en que supone «una pesada carga» que puede abocar a algún centro «al cierre», y recordó que «de estas empresas vive media provincia».
Pese a las peticiones de los ayuntamientos, el grupo parlamentario socialista salió ayer en defensa de la recuperación del impuesto. Su portavoz, Javier Sada, dijo que existió entre 2006 y 2011 «sin complicaciones» y lo justificó porque ante la enorme deuda dejada por Luisa Fernanda Rudi es necesario recaudar más para llevar adelante políticas sociales. No obstante, precisó, existe una «apuesta rotunda» de este y anteriores gobiernos socialistas por el sector de la nieve.
Un tributo «ideológico»
El grupo parlamentario de Ciudadanos ya ha manifestado que presentará enmiendas para eliminar este artículo del proyecto de ley, ya que es un impuesto de «débil» justificación medioambiental (por el impacto de los tendidos de cable en el paisaje, la flora y la fauna), con una recaudación mínima (1,5 millones de euros) y graves efectos en la economía de los valles. El diputado Javier Martínez lo considera un tributo más «ideológico» que útil.
El debate se trasladará hoy a la Diputación Provincial de Huesca, donde el Partido Popular ha presentado una moción. Pero también se anuncian propuestas de resolución en comarcas y ayuntamientos.
Las estaciones de esquí pagarían en función del número y tipo de instalaciones y de los kilómetros. A Astún y a Candanchú les puede suponer cada año unos 300.000 euros y en el caso del grupo Aramón rondaría los 900.000 euros.
Los sindicatos UGT y CC. OO. temen que acabe afectando a los trabajadores, ya sea en recortes de nómina o de plantilla, y recuerdan el papel estratégico del sector, «al que se debe apoyar», en palabras de Juan José Arcéiz, secretario general de la Federación del Metal, Construcción y Afines de UGT Aragón. Con o sin impuesto, la responsable provincial de Comisiones, Begoña Pérez, dijo que la crisis se ha cargado en las espaldas de los empleados, con regulaciones de empleo y bajadas de salarios.