El valle del Aragón no quiere quedarse atrás en el mundo del esquí. Las dos estaciones de la zona, Candanchú y Astún, los ayuntamientos y los empresarios apuestan por crear un único dominio esquiable potenciando la unión física de los dos complejos. Todos forman parte de la Asociación Turística del Valle del Aragón (ATVA), que acaba de encargar a una empresa especializada un estudio de viabilidad para llevar a cabo este proyecto y competir con otros destinos de nieve en igualdad de condiciones, o por lo menos, de kilómetros.
Estos dos centros son los únicos de la Comunidad en manos privadas y han visto cómo en los últimos años la pérdida de aficionados ha mermado sus arcas y las de los negocios de todo el valle. Así se recoge en uno de los últimos números de la revista Burnao que publica la Asociación de Empresarios de la Jacetania. El número de esquiadores ha descendido en 120.000 en la zona del Aragón, mientras que en el vecino de Tena, con la estación de Formigal como bandera, han ganado 260.000. No en vano, el complejo tiene 137 kilómetros y en él. Aramón, empresa cuyo 50% pertenece al Gobierno aragonés, ha invertido unos 100 millones de euros.
Precisamente contra esa fuga de esquiadores por el llamado «efecto Aramón» quiere luchar el valle de Canfranc apostando por la unión de los dos complejos, separados por tres kilómetros. Ya se promocionan unidos, emiten parte de nieve y venden un ‘forfait’ conjunto desde esta temporada, e incluso, con el apoyo de la Mancomunidad, han puesto un autobús que cada media hora permite a los esquiadores cambiar de complejo gratuitamente. Pero no es suficiente y quieren ir más allá estudiando la posibilidad de la unión física de ambos.
Sin embargo, no se trata de una iniciativa en la que estén solos. Ellos son tan solo una parte de la Asociación Turística del Valle del Aragón, en la que están representados todos los ayuntamientos de la zona (Aísa, Borau, Canfranc, Villanúa, Castiello y Jaca), la Asociación de Empresarios de la Jacetania, San Juan de la Peña y el Aeródromo de Santa Cilia. Por unanimidad, aprobaron la semana pasada encargar el estudio de viabilidad de la unión física de las dos estaciones desde Canfranc, convirtiendo a la localidad en un centro de distribución.
Fernando Sánchez, presidente de la ATVA, explicó ayer que dicho informe se costeará con una subvención de la Secretaría de Estado de Turismo del Gobierno central. «Desde agosto hemos realizado las diferentes gestiones para adjudicarlo», añadió. Se invitó a participar en el concurso a tres empresas. El pasado martes 2 de febrero, se eligió a una de ellas, una firma canadiense cuyo nombre no será desvelado hasta el próximo miércoles 17, fecha en la que se explicará el proyecto. Tampoco el presupuesto total que costará el master-plan que va a realizar y en el que está previsto que primero se tomen datos acerca de la actual situación del valle, y después se propongan soluciones para el desarrollo de la zona teniendo en cuenta la opinión de todo el tejido social y empresarial de la Jacetania. En el informe se analizará si la unión es viable, sostenible medioambientalmente y rentable sin sobreexplotar la montaña.
Pero este estudio es tan solo una primera fase. El alcalde canfranqués, al igual que toda la Asociación Turística, tiene la vista puesta en llegar hasta el valle de Tena. «El estudio analizará, para una segunda fase, la posibilidad de unión con Formigal», aseguran en la convocatoria para la presentación del proyecto. Sánchez, además, defendió que esta unión, en la que se implicaría a un segundo valle, «tiene una afección medioambiental mínima ya que no plantea urbanizaciones en Canal Roya. Cumpliría con los requisitos que hasta ahora se han aprobado en la Mesa de las Montañas y evitaría un montón de tráfico por estos valles de montaña».
Eduardo Roldán, director de Candanchú y presidente de la Federación Española de Deportes de Invierno, se encuentra en Vancouver por lo que aún no ha emitido una opinión sobre el informe. Astún valorará el proyecto el día de la presentación. No obstante, cabe apuntar que ambos son miembros de la ATVA, donde se aprobó por unanimidad encargar dicho estudio.
Conexión en forma de ‘Y’
La idea no es nueva. El valle del Aragón lleva años soñando con esta unión física e incluso con llegar hasta Formigal para convertirse en un gran destino de nieve capaz de competir internacionalmente. El Ayuntamiento de Canfranc incluso encargó un estudio sobre la unión de su núcleo urbano con Candanchú y Astún.
En dicho documento se afirmaba que la localidad, a donde los turistas podrían llegar bien en tren bien en coche, se convertiría en un centro de distribución de esquiadores. Allí podrían dejar el vehículo en los aparcamientos que se planean en la estación. De allí partiría la conexión que a modo de ‘Y’ uniría todo el valle. Un telecabina desplazaría a los aficionados hasta el paraje de Piedras Rojas (2,8 kilómetros), donde los aficionados podrían elegir entre un remonte que los llevaría a Candanchú (1,6 kilómetros) u otro cuyo destino sería Astún (500 metros). El proyecto cifraba la inversión en 30 millones y calculaba que el desplazamiento podría realizarse en diez minutos.