Aramon y la complicidad del gobierno de aragón

Por sus características orográficas suaves y su cercanía a la comunidad catalana, este valle olvidado es ahora un lugar estratégico para los planes inmobiliarios de ARAMON. Un Plan General de Ordenación Urbana pendiente de desarrollar, con una gran cantidad de terreno rústico para recalificar, y unos potenciales clientes catalanes cuyo destino actual es Boí -Tahull o Baqueira-Beret, conforman los grandes activos por los que ARAMON (empresa pública formada por la entidad financiera Ibercaja y el propio Gobierno de Aragón) quiere invertir al más arraigado estilo desarrollista, con el objetivo de sacar a este valle de su escondrijo y rescatarlo del olvido para llenarlo de urbanizaciones, pistas de esquí y campos de golf.
El municipio de Montanuy está compuesto por un agregado de 17 pueblos en los que hay censadas un total de 277 personas, de las cuales el 35% aproximadamente no residen en el municipio. El 65% de la población restante presenta una media de edad de unos 45-50 años, y muchas de estas personas perciben algún tipo de prestación social.
Como en todo el Pirineo, la zona de Montanuy y Castanesa sufrió entre los años sesenta y setenta una rápida y creciente despoblación que a nadie ha preocupado hasta el momento.
El año 2001, el propio Ayuntamiento de Montanuy encargó a profesionales cualificados un trabajo que, a lo largo de sus 264 páginas y con el título “Estudio de potencialidades de desarrollo social y económico del municipio de Montanuy, horizonte año 2011” sugería cómo resolver los principales problemas del municipio asentando la población, reactivando la economía local mediante la creación de pequeñas empresas de manufactura de la materia prima generada en el propio valle al estilo tradicional, aprovechando el sistema de producción de ganadería ecológica. Empresas cuyo interés principal sería el de atraer mano de obra femenina. Como ya es sabido el principal problema de la despoblación de las zonas rurales de montaña es la desaparición de las mujeres.
Evidentemente, la implantacíón de una actividad industrial de este tipo, incluso pequeña y modesta, no es posible sin la decidida ayuda de las administraciones, local, autonómica y europea.
Por otro lado, el informe desestimaba directamente la ampliación de las pistas de esquí, opción que se valoraba como una verdadera catástrofe ecológica que hipotecaría agresivamente el territorio a unos 200 años como mínimo.
Así pues, dado que el citado estudio no obedecía a las expectativas e intereses del Consistorio de Montanuy, sus conclusiones no se hicieron públicas a los vecinos y el documento fue archivado sin más.
¿Cómo es que, a pesar de este estudio riguroso y técnico que ofrece soluciones prácticas al desarrollo social del municipio, el Ayuntamiento sigue otro camino radicalmente opuesto?
En sucesivas ocasiones, la prensa aragonesa se ha hecho eco de la ampliación de la estación de esquí de Cerler por el valle de Castanesa, incluso exponiendo planos y fotos y explicando los detalles técnicos y económicos del proyecto. En los últimos artículos se ha querido resaltar la acogida que tiene este proyecto en la población local, publicando, por ejemplo, los resultados de las votaciones que determinaron el alquiler de la zona esquiable.
En este caso la zona esquiable está compuesta exclusivamente por fincas particulares y por tanto hay que conformar los tratos con los vecinos y no con el Ayuntamiento. Para ello se realizaron varias reuniones entre ARAMON y los propietarios de la montaña. Según ARAMON, “en la votación posterior resultó ganadora la opción favorable a la ampliación con el respaldo de 34 votos frente a tres en contra y cuatro en blanco” y aunque los datos son correctos han obviado que, de los 60 propietarios, solo votaron 41 y por tanto los 34 votos favorables al alquiler representan solamente el 56% de los propietarios. Además, esos votos favorables solo autorizan el alquiler de una finca común que representa el 40% de la zona esquiable. Es decir: ARAMON solo tiene el 40% de la zona esquiable por el voto del 56% de los propietarios de una finca común.
Por otro lado y en cuanto a los planteamientos urbanísticos, ARAMON dispone en el Municipio de Montanuy de 2 fincas de 50 y 40 ha respectivamente, adquiridas en opción de compra. En relación a estas fincas, la prensa dijo claramente en febrero de 2004 que ARAMON, es decir una empresa, había firmado una opción de compra sobre esos terrenos rústicos, que más adelante serian recalificados a urbanos. Está claro que ARAMON tiene la seguridad de que el Ayuntamiento va a recalificar esos terrenos. ¿No es eso una información privilegiada? ¿No es eso prevaricación?. Sin embargo, tanto ARAMON como el Ayuntamiento tuvieron la desfachatez de comunicarlo a la prensa para que todos asintamos y nos parezca que es normal y lógico!
Desde entonces se ha ido presentando por todos los pueblos del municipio una agente inmobiliario que en nombre de “ARAMON–Nuevos Desarrollos” ha intentado llegar al mismo trato con otras fincas particulares: firmar opciones de compra sobre terrenos rústicos que más adelante serán recalificados a urbanos. Evidentemente, la valoración de un terreno rústico está muy por debajo de la que tiene ese mismo terreno una vez recalificado a urbano, y ARAMON necesita formalizar tratos sobre terreno rústico porque, tal y como ellos mismos han dicho siempre: SON LAS PLUSVALÍAS DE LA RECALIFICACIÓN URBANÍSTICA Y LAS CONSECUENTES URBANIZACIONES LAS QUE PAGAN LAS INFRAESTRUCTURAS DE LAS AMPLIACIONES O NUEVAS CONSTRUCCIONES DE LAS ESTACIONES DE ESQUÍ.
Por lo tanto es el agricultor o ganadero quien, al vender sus fincas baratas, permitirá que las plusvalías de la recalificación urbanística sufraguen los costes de la implantación de estas infraestructuras. Es decir: son las gentes de los pueblos los que pagan las ampliaciones de las pistas de esquí, porque son las plusvalías que van a dejar de cobrar las que van a dar el margen suficiente a ARAMON para desarrollar su “¿obra social?” (además de los respectivos beneficios).
Como siempre ha pasado en las zonas rurales de la alta montaña pirenaica, las plusvalías del trabajo, de la producción ganadera y ahora también las del patrimonio se van de las manos de sus actuales propietarios. Y las gentes de los pueblos continúan siendo los que quedan al margen de los beneficios, los falsos protagonistas al final discriminados en este gran proyecto inmobiliario.
Además, ARAMON, es la empresa que está desarrollando el Plan General de Ordenación Urbanística de Montanuy y tiene el beneplácito del Ayuntamiento para todo. ARAMON S.A. decide qué fincas son urbanizables, cuándo van a ser urbanizables y qué precios han de tener esas fincas antes y después de ser urbanizadas. Evidentemente que es así, dado que el arquitecto que esta desarrollando el Plan Urbanístico del municipio de Montanuy está pagado por ARAMON.
Y el Gobierno de Aragón es cómplice de este engaño. El Gobierno de Aragón se esta convirtiendo, en manos de ARAMON, en especulador inmobiliario. Y no creo que puedan haber muchas justificaciones posibles cuando sabemos que ARAMON ha presionado a vecinos de Castanesa que no quieren vender sus tierras porque creen que el esquí no es su opción de futuro. Concretamente amenazas de expropiación.
ARAMON, es decir una empresa, ha amenazado con expropiaciones a ciudadanos de Aragón. ARAMON sabe que tiene la complicidad de este Gobierno impasible. Y por esta complicidad es juez y parte en los Planes Generales de Ordenación Urbanística municipales y en los estudios de impacto ambiental.
Y para mayor contradicción, esta nueva ampliación de Cerler por Castanesa competirá por los clientes catalanes de Cerler, es decir, desviará beneficios del aragonés valle de Benasque para trasvasarlos sobre todo a las poblaciones catalanas de Pont de Suert y Vilaller, como ya advertía el titular del periódico leridano “Segre” el pasado jueves 23 de junio: “Aragón alquila una montaña para ampliar Cerler hacia el Pont y Vilaller”. Estos son los proyectos de ARAMON, una empresa cuyo capital social esta formado por el dinero público de los aragoneses, y que va a utilizar ese dinero para beneficio de la comunidad vecina catalana. Ciertamente sorprendente.
Y el gobierno de Aragón asume todo esto sin rechistar, porque la ampliación de Cerler hacia Castanesa es, entre otras cosas, un capricho de su presidente Marcelino Iglesias, vecino originario del valle. ¿O quizás hay otros intereses que desconocemos?

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