Aramón exige a astún que abandone sus demandas judiciales para integrarse en ski pirineos

Aramón exige a Astún que abandone sus demandas judiciales para integrarse en Ski PirineosLas dos partes, enfrentadas desde antiguo hasta 2016, cuando un grupo de empresarios aragoneses integrados en Ibernieve adquirieron Candanchú “con el fin de salvar la estación y de ayudar a unirse a todas las estaciones del Pirineo aragonés”, entienden que el dominio Ski Pirineos podrá competir “en la Champions League del esquí”, como gráficamente dijo Lambán.

El acuerdo dejaba fuera a la otra gran estación del Pirineo aragonés, Astún, que hasta el año pasado integraba con Candanchú la marca 100K en un acuerdo comercial cuya ruptura se anunció al final del verano para sorpresa de todos. Nadie entendía nada hasta la semana pasada. Lo primero que exigió Aramón y el Gobierno de Aragón a Candanchú para llegar a acuerdos fue que rompiera con Astún. En la presentación fue De Yarza el que primero hizo expresó el deseo de que el acuerdo “lleve en el futuro a una unión de todos los centros invernales del Pirineo aragonés”. Aquello obligó a la Consejera, que acto seguido habló de “mano tendida” y “voluntad de acuerdo” para integrar a Astún, que ni siquiera había sido preguntada.

Al menos eso es lo que manifestaron los rectores de Astún en un comunicado de prensa emitido al día siguiente en el que expresaban su “estupor y regocijo”. “Estupor por el hecho de que dicha disposición a que nos integremos en el acuerdo no se nos hubiera comunicado con antelación a su presentación pública y la hayamos conocido por declaraciones en los medios de comunicación posteriores a su firma”, decía el comunicado. Astún recordaba que siempre había participado en las uniones comerciales desarrolladas hasta la fecha: “Abono 7 estaciones”, “Reino de la Nieve” o “100K”. “Y nos causa regocijo porque la unión comercial de todas las estaciones del Pirineo aragonés en una sola oferta siempre ha sido la aspiración de esta empresa”.

Rápidamente, Aramón contestó al comunicado de Astún, a la que acusó de romper cualquier negociación en 2015 “optando por una estrategia litigiosa que, a nuestro juicio, no produce sino perjuicio al conjunto del sector y a los valles. Astún, por cierto, perdió en primera instancia el pleito por el que optó. En cualquier caso, resulta fácilmente comprensible que tras semejante ruptura de negociaciones y opción no corresponde a Aramón tomar la iniciativa para retomarlas”. Aramón estableció además sus condiciones para avanzar en las negociaciones, que Astún “desista definitiva y fehacientemente de su permanente estrategia litigiosa”.

Astún se queda ahora sola y aislada defendiendo una compensación por la “competencia desleal con dinero público” que desde hace más de una década y media mantiene Aramón, una opinión que era un clamor en toda la Jacetania y que suscribían organizaciones empresariales y voces de todo signo. Astún llevó su demanda a los tribunales y ahora el Gobierno de Aragón le ha hecho llegar su factura, que sin duda le resultará costosa.

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