Ya no basta con mirar al cielo y esperar a que nieve. Los 20 millones de euros de pérdidas de la última temporada obligan a algo más. El consejo de administración de Aramón aprobó las líneas maestras para reconducir la situación: un plan de negocio y otro de eficiencia. El objetivo, atraer a más esquiadores sin bajar precios y gastando menos en personal.
El plan de eficiencia pone el foco en los trabajadores. Se contratarán menos fijos, solo los imprescindibles y se optará por los discontinuos, que permiten una mayor flexibilidad en función de las necesidades de cada momento. El flujo de personal subirá en puentes y periodos vacaciones y se reducirá en los periodos de menor afluencia de público. Sobre todo entre semana.
Hasta ahora no se hacía así. Los trabajadores fijos discontinuos permanecían en las estaciones durante periodos prolongados de tiempo, independientemente de la actividad que hubiese en las pistas. Algo que se evitará a toda costa. Las contrataciones se ajustarán al máximo en función de las necesidades. Después el personal irá a la calle. La reforma laboral aprobada por el Gobierno así lo permite.
También se evitarán los trabajadores eventuales. Puesto que tras acumular tres contratos, es obligatorio hacerles fijos discontinuos. Fuentes del consejo de administración aseguraron a este diario que los empleados deberán realizar diferentes funciones. Solo se optará por lo fijos para tareas técnicamente cualificadas. El ahorro que se logrará con estas medidas no está cuantificado.
Para facilitar la movilidad de los trabajadores dentro del hólding el plan de eficiencia contempla también la unión en una sola sociedad de Formigal y Panticosa. Esta medida permitiría cerrar Panticosa los lunes y no volver a abrir hasta el fin de semana. Y al formar ambas estaciones una empresa, los trabajadores se trasladarían a Formigal, donde la actividad es mucho más intensa durante los días laborales. Los empleados no podrían negarse a desplazarse de una pista a otra, al ser ambas un ente unitario.
Esta propuesta aparecía en el informe elaborado por Price Waterhouse Coopers, que fue encargado por Ibercaja, y que ha sido debatido y analizado entre los socios de Aramón. Algo parecido ocurriría en la estación de Javalambre. Aunque en esta caso todavía no hay una decisión tomada en firme. La apuesta pasaría por una apertura parcial, debido a los altos gastos que supone mantenerla abierta todos los días. La supresión de los forfait gratuitos a los habitantes de los valles o rebajar lo que paga a los ayuntamientos, que también aparece en el documento, ha sido descartada por el consejo de administración.
ESTRATEGIA El plan de eficiencia se complementará con otro destinado a reorientar el negocio. Se descarta la reducción de las tarifas para no perjudicar la imagen de la marca Aramón. Y porque la medida obligará a atraer a más esquiadores para compensar la bajada de los precios. La alternativa pasará por incrementar la promoción y cerrar ofertas con los operadores turísticos para que venga un mayor número de público de las comunidades vecinas.
El consejo aprobó intensificar los acuerdos con los colegios y con los clubes deportivos para así llenar las pistas durante las días laborables, que son el gran telón de aquiles del negocio en temporadas normales. Sobre todo en Cerler, Panticosa y Javalambre. Las menos afectadas son las estaciones de Formigal y las turolenses –gracias a los esquiadores valencianos–.
Ambos planes deberán ser ratificados la próxima semana, en un nuevo consejo de administración. Pero tanto el Gobierno como Ibercaja han llegado ya a un acuerdo sobre las medidas que deben tomarse. Y las soluciones no pasan, de momento, por el cierre de las estaciones con mayores problemas de rentabilidad. Pero tampoco se descarta.