La concesionaria debe aprobar el borrador del acuerdo y tramitar después el concurso de acreedores.
El ‘holding’ pagará hasta medio millón de euros y no asumirá la deuda contraída con los trabajadores.
El ‘holding’ aragonés de la nieve, Aramón, asumirá únicamente la gestión de Candanchú por el coste de la puesta en servicio de las estación, estimado entre 380.000 y 500.000 euros. Los socios de Aramón, el Gobierno de Aragón e Ibercaja, no quieren correr ningún riesgo jurídico tras la firma del contrato con la concesionaria de la estación, por lo que se ha descartado la fórmula del arrendamiento y, especialmente, la asunción de la deuda acumulada con los trabajadores, tal y como se había pactado inicialmente.
El último borrador de acuerdo está pendiente del visto bueno del consejo de administración de la concesionaria, Explotaciones Turísticas de Candanchú (Etuksa), que presentará inmediatamente después el concurso de acreedores para cerrar la operación, según explicaron fuentes implicadas en la negociación.
No obstante, Etuksa sigue pendiente de «unos flecos jurídicos» para oficializar el contrato y que están relacionados con la deuda con sus trabajadores, que no cobran sus nóminas desde el mes de junio. Lo que todas las partes tienen muy claro es que el objetivo es garantizar que las instalaciones abran para la próxima temporada de esquí, aunque sea con unos días de retraso.
El acuerdo no implica que al día siguiente se aclare el futuro de la estación de Candanchú. Primero deberá presentarse el concurso, que el juez dicte un auto por el que lo admita a trámite y nombre un administrador concursal, que a su vez tendrá que estudiar el acuerdo entre Aramón y Etuksa para ratificarlo. Y en función del alcance del contrato, el juez tendría que autorizarlo.
Todo este trámite llevará unos cuantos días, aunque los implicados están convencidos de poder llegar a tiempo al inicio de la temporada, previsto para el puente de la Constitución si hay suficiente nieve en el Pirineo aragonés. Pero incluso para lograrlo habrá primero que poner a punto los remontes y la red de innivación artificial, que llevan fuera de servicio desde el pasado mes de abril y se desconoce su estado real.
El contrato de gestión establece los costes de la puesta en marcha entre 380.000 y 500.000 euros y los empleados de Candanchú dan por hecho que todos los trabajos necesarios se pueden realizar en poco más de una semana. Otra cosa es que se les suministre las piezas defectuosas, ya que las cuantiosas deudas se extienden también a los proveedores.
Por si fuera poco, el sistema de transporte por cable tendrá que pasar la preceptiva revisión anual de técnicos de Obras Públicas, que se alarga dos días.
A partir de ese momento, Aramón asumirá la gestión de la estación de Candanchú por un periodo de seis meses, poco más de lo que durará la próxima campaña de esquí 2012-2013. Esto supondrá la salida del histórico director de las instalaciones, Eduardo Roldán, que solo podrá continuar como accionista de referencia y miembro del consejo de administración de Etuksa. Será sustituido por un técnico designado por el ‘holding’ aragonés de la nieve.
La decisión de la DGA de rescatar Candanchú del cierre se pactó a principios de octubre entre la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, y el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro, con Eduardo Roldán. Entonces, se pretendía firmar un arrendamiento por 690.000 euros. el importe necesario para pagar la deuda de los trabajadores y los gastos para la puesta en marcha de las instalaciones.
Tras hacerse público, llegaron los embargos de la Seguridad Social y de la Agencia Tributaria por un deuda superior a los dos millones de euros, lo que dio al traste con el acuerdo verbal alcanzado.
El Gobierno de Aragón dejó bien claro que no firmaría mientras Etuksa no solventara los embargos. La concesionaria dijo que negociaría un aplazamiento, algo que no se ha logrado.
La situación llevó a negociar otras posibilidades, como la de un arrendamiento testimonial por un euro, pero finalmente se ha pactado que sea un contrato de gestión únicamente por el coste de la puesta en servicio. Las citadas fuentes implicadas en la negociación explicaron que, tras el embargo de Etuksa, no se puede asumir parte de la deuda porque existiría el riesgo de que saliera adelante una demanda por sucesión de empresas. Y esto supondría que, finalmente, Aramón asumiera los más de seis millones a los que asciende el agujero de Etuksa.
Además, explicaron que los trabajadores podrán cobrar cuatro de los seis meses que se les adeuda a través del Fogasa tras la presentación del concurso. Con la ley concursal en la mano, la última nómina será calificada como una deuda con especial preferencia y la restante como crédito preferente respecto al resto de acreedores.
La auditoría pone una salvedad a las cuentas de 2011-2012 al no facilitarse «un detalle actualizado de la deuda» con Hacienda Las cuentas de la estación de Candanchú al cierre de la pasada temporada arrojan unas pérdidas declaradas de 1,39 millones de euros, según se refleja en la documentación oficial facilitada a los accionistas. La memoria también refleja los múltiples embargos sobre fincas por parte de la Tesorería General de la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, a las que se adeuda más de dos millones de euros sobre un total que supera los seis.
La concesionaria también tiene varios préstamos con Cajalón, CAI, Santander y Banco de Valencia con garantías hipotecarias sobre fincas, locales, garajes y las propias oficinas de administración de Explotaciones Turísticas de Candanchú.
La crítica situación financiera de la sociedad queda reflejada en la documentación, en la que se constata que cumple las condiciones para la liquidación por no poder afrontar sus pagos. Esto llevó a los accionistas a aprobar recientemente una ampliación de capital a la que no piensan acudir los principales socios y que obligará a una reducción de capital para restablecer el equilibrio patrimonial de la compañía.
La auditoría presentada también pone una salvedad a las cuentas, ya que no se le facilitó a la profesional que hizo el informe «un detalle actualizado de la deuda» con Hacienda «ni de las acciones que, en su caso, ha podido emprender para garantizar el cobro».
El abono de las nóminas de los trabajadores de Etuksa y de la deuda con la Seguridad Social se ha convertido en uno de los principales escollos para que la empresa que explota la estación de esquí y el grupo Aramón, dependiente de la DGA e Ibercaja, lleguen a un acuerdo sobre el alquiler del centro invernal. En una reunión celebrada el pasado lunes, los trabajadores de la estación recibieron garantías de que el proceso iba por el buen camino, pero ayer fueron informados de que Aramón ha rechazado el borrador del acuerdo. Fuentes de los empleados señalaron ayer que la causa de la falta de entendimiento entre ambas partes parece venir sobre todo de la imposibilidad de pagar las nóminas atrasadas, sin hacerse cargo de la deuda contraída con la Seguridad Social.
La mayoría de los trabajadores fijos de Candanchú llevan seis meses sin cobrar la nómina, por lo que han debido recurrir a familiares y amigos para hacer frente a los gastos. «Cada vez estamos más inquietos y preocupados», manifestó ayer un empleado del centro de deportes de invierno del valle del Aragón. «Se acerca la fecha de apertura de la estación y las conversaciones entre Etuksa y Aramón no acaban de fructificar», añadió.
Ante esta situación, los trabajadores temen que Aramón se esté planteando la posibilidad de hacerse cargo de la gestión de Candanchú sin abonar las nóminas atrasadas.
Ni contrato de alquiler, ni de cesión; será de “gestión”. Los innumerables condicionantes jurídicos han llevado a las dos partes a buscar una via que permita poner en marcha la estación en esta temporada. El acuerdo general – después de numerosas reuniones-, ya esta en marcha y quedan algunos flequos por resolver.
La intención de las dos partes es hacer público el acuerdo lo antes posible. Este viernes se inicia en Madrid la feria de nieve y todos los foros expertos en nieve están pendientes de esta decisión.
Los expertos jurídicos tienen que dar el visto bueno al contrato. A partir de ese momento Etuksa presentará en el juzgado de Huesca el concurso de acreedores.
Se habían barajado varias posibilidades para cerrar el acuerdo que en su día tomaron la presidenta Rudi y la empresa de nieve y la mejor opción adoptada es la de “gestión”.
De esta forma la estación pionera del esquí en España garantiza el servicio a los esquiadores y el Gobierno de Aragón cumple con el compromiso que tenia con la zona. También quedan despejadas las dudas que planeaban en el sector sobre el posible cierre de la estación.