El Día Internacional de las Montañas es una oportunidad para crear conciencia de la importancia que tienen las montañas para la vida, de señalar las oportunidades y las limitaciones que afronta el desarrollo de las zonas montañosas, y de crear alianzas que produzcan un cambio positivo en las montañas y las tierras altas del mundo.
En este 2005 Naciones Unidas quiere hacer especial hincapié en que el turismo masificado puede causar daños irreparables al medio ambiente, y los ingresos que produce a menudo no benefician a las comunidades de las montañas. Frente a este modelo el turismo sostenible se esfuerza por producir pocos efectos en el medio ambiente y la cultura local, a la vez que ayuda a generar ingresos y a crear empleos para las comunidades locales. El Día Internacional de las Montañas es una ocasión para incrementar la conciencia sobre los peligros y el potencial del turismo en las zonas montañosas, e invocar al turismo sostenible entre un público más amplio.
En Aragón esta celebración tiene un hito muy importante: precisamente el próximo 15 de diciembre comienza en las Cortes de Aragón la andadura de una Ley de protección de la alta montaña de Aragón que debe desembocar en un texto que proteja a estos valiosos territorios. Una iniciativa avalada por la sociedad aragonesa mediante una ILP apoyada de forma mayoritaria por los aragoneses.
Y una iniciativa que no puede llegar más a tiempo, ahora que la empresa Aramón ha mostrado sus cartas: urbanizaciones privadas en zonas de alta montaña (como la anunciada hace unos días por Aramón-Formigal en un espacio público protegido) y ampliaciones indiscriminadas por todas las montañas y paisajes (al reciente proyecto de invadir el valle virgen de Castanesa se unía esta misma semana el anuncio de la colocación de grandes instalaciones en Espelunciecha-Portalet para preparar el asalto a Canal Roya).