Hay un branquil en la zona de la Peña de Biescas, desde el que se divisa todo el valle. Tierra de Biescas es una hermosa comarca rodeada de inmensos bosques, con profundos barrancos y altas montañas que la rodean.
Hace mucho tiempo que conozco estos lugares, mas de cuarenta años, y los he visto cambiar, mejorar la calidad de vida de sus habitantes gracias al turismo. Sin embargo estamos llegando a límites insospechados, solo hay que ir a ciertos pueblos de la Bal de Tena para ver los desmanes urbanísticos que se están cometiendo y que impunemente están destrozando aquello por lo que viene el turismo. Sí, ese que queremos que sea de calidad.
Ahora me dicen que quieren construir en el Barranco de Sía, termino municipal de Biescas, un campo de golf (¡oh! que erótica debe de tener jugar al golf) con una urbanización de mil viviendas, al lado de Oros, un pueblo donde habitualmente viven diez habitantes.
A pocos kilómetros, en Latas, se esta construyendo otro y a pocos kilómetros, aquí vale la redundancia, otro. O sea, que DGA nos ha estado contando lo terrible de la masificación urbanística del Levante Español y aquí se esta consintiendo lo mismo. Urbanizaciones en las que hay que sujetar laderas; urbanizaciones que llegan hasta el pueblo siguiente y que dejan todo como un paisaje lunar y sobre todo los recursos, porque mucha gente nos preguntamos: ¿Qué hay del suministro de agua para 4 o 5.000 nuevas personas? ¿Qué pasará cuando, como en los últimos años, la sequía obligue a regar los campos de golf con agua que debería de tener otros usos?
¿Acaso lo que la DGA quiere es que tengamos que hacer, de aquí a poco, promociones para llenar los lugares turísticos, con esos turistas que sólo vienen a beber alcohol y destrozar lo que encuentran?
Queremos para el Pirineo, para toda la montaña aragonesa, un desarrollo sostenible, que pueda combinar un turismo de calidad con la vida tradicional de la montaña, que sirva para que los habitantes de estos lugares vivan mejor, pero no sacrificándolo todo.
Usted señor Iglesias, debería explicarnos todo esto, debería explicarnos los criterios que se siguen para conceder licencias y aprobar planes urbanos. Pero desde luego si esto sigue así, además de sentir su engaño, sentiremos que nuestra tierra se pierde entre ladrillos y polvo.