Los ‘iglús’ de formigal logran el permiso ambiental tras modificar su uso turístico

Los cinco ‘iglús’ montados por la estación de Formigal el pasado otoño para que sus clientes puedan hacer excursiones y pernoctar junto al ibón de Culivillas acaban de obtener el permiso medioambiental tras cambiar su calificación inicial como «alojamiento turístico tipo bungalow» por el de «edificio de servicio» del complejo invernal. De este modo, Aramón supera el informe negativo inicial del Consejo Provincial de Urbanismo, que rechazó el proyecto a finales del año pasado porque el suelo no es urbanizable y, además, el uso «asimilable a hotelero» no es compatible con el Plan General de Sallent de Gállego.

Para salvar estos alojamientos instalados desde noviembre en uno de los parajes con mejores vistas del valle de Tena, el grupo aragonés de la nieve alegó que la calificación turística inicial fue un «error» y presentó un nuevo documento, acogiéndose al permiso urbanístico de levantar «edificios de servicios» complementarios al uso del esquí. Según la nueva documentación, el uso o actividad en los domos (como se denominan a los ‘iglús’) no resulta asimilable al uso hotelero, sino que se plantea «como una actividad inherente a la práctica del esquí», de modo que se «complementa» la oferta. Como las instalaciones son prefabricadas y desmontables, Urbanismo dio finalmente su aprobación con salvedades.

El alcalde de Sallent, Jesús Gericó (PP), sí dio la licencia de obras en su momento, pero Aramón aún está pendiente de lograr la concesión de uso privativo del dominio público forestal para la ocupación de los terrenos. De hecho, salió a información pública y a concurrencia competitiva la semana pasada.

Severas discrepancias

La resolución ambiental del Inaga, publicada este miércoles en el boletín oficial, evidencia igualmente las serias discrepancias entre los socios del Gobierno PSOE-CHA. Los cinco ‘iglús’, ampliables a otros dos, fueron impulsados por Aramón, sociedad presidida por la consejera socialista Marta Gastón, como una de las novedades de la presente temporada de esquí, pero la Dirección General de Ordenación del Territorio, que depende de CHA, ha informado de forma desfavorable este proyecto, como se recoge en la citada resolución. Y se justifica en que no incluye un análisis de alternativas «realista», «aparentemente no interpreta de forma correcta» la normativa del plan de usos y gestión de la reserva de la biosfera Ordesa-Viñamala (ámbito de la actuación), se encuentra en un área crítica del quebrantahuesos y su impacto paisajístico es «muy elevado». Igualmente, la Sociedad Española de Ornitología se muestra en contra.

El visto bueno ambiental del Inaga incluye once medidas preventivas y correctoras, como la necesidad de integrar las instalaciones con el paisaje, minimizar el uso de luminarias exteriores y el tránsito de personas de noche, la generación de ruido y correcta gestión de los residuos. Yal igual que Urbanismo, condiciona el permiso a la obtención de todas las autorizaciones, por lo que su apertura aún no tiene fecha.

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