El Gobierno, la mayoría de los partidos y la práctica totalidad de los
municipios de montaña apuestan por la nieve como motor turístico de
zonas como los Pirineos o la Ibérica con pocas alternativas de
desarrollo. Haciendo las cosas con respeto ambiental, con planificación
urbanística adecuada y con las explicaciones suficientes, tanto para los
convencidos como para los escépticos, pocas objeciones encontrarán en el
camino los promotores de estas intervenciones. Como no se pueden hacer
las cosas es como las está haciendo últimamente Aramón, con prisas. Y no
lo decimos nosotros, lo dice Medio Ambiente de la DGA, cuyo consejero,
Alfredo Boné ha devuelto varios documentos a la empresa que promueve las
ampliaciones de Cerler, Panticosa, Formigal, Valdelinares y Javalambre.
Llévense los proyectos con inteligencia y respetando los procedimientos.
Encontrarán la empatía del ciudadano. Lo contrario sólo provocará
recelo.