En 1996, el anterior Gobierno de la Generalitat incluyó en la propuesta de espacios comunitarios que proteger un total de 1.200 hectáreas de Àrreu, pero en diciembre de 2001 las descatalogó para hacer posible el sueño de Baqueira de desembarcar en uno de los últimos valles vírgenes que quedan en el Pirineo.
Medio Ambiente ha realizado una exhaustiva revisión de todos los datos disponibles sobre la presencia y el estado de conservación de los hábitats y las especies presentes en el valle de Àrreu y en su entorno hasta el puerto de la Bonaigua. Según el Gobierno catalán, la diversidad del medio y la fauna existente, así como el excelente estado de conservación y la excepcional situación estratégica, entre dos grandes áreas montañosas ya incluidas en la red Natura 2000, le han llevado a considerar todo el valle lugar de interés comunitario y zona especial de protección de aves del Alt Pallars.
La Plataforma para el Desarrollo Sostenible del Macizo de Beret, formada por las principales entidades ecologistas y excursionistas de España, presentó hace tres años ante los tribunales de la Unión Europea (UE) dos denuncias contra la Generalitat por un presunto delito de prevaricación, al considerar que la exclusión de 1.500 hectáreas de la propuesta inicial del área que se preveía incluir en la red de espacios comunitarios protegidos obedecía a presiones de la empresa que explota el complejo invernal de Baqueira-Beret. Los ecologistas denunciaron que
la zona recortada coincidía con un área alpina incluida en el Plan de Espacios de Interés Natural (PEIN) del Alt Pallars y afectada por el primer proyecto de ampliación presentado por la empresa.
El pasado julio, la UE comunicó al Gobierno español que le daba dos meses para corregir la decisión de la Generalitat de no proteger Àrreu. Asimismo acusó a la Generalitat de violar tres directivas comunitarias sobre evaluación de impacto ambiental, de aves y de hábitats. La UE considera que el valle de Àrreu es un espacio natural de especial valor ecológico que ha de estar protegido por la normativa comunitaria. Este organismo también ha determinado que el proyecto de ampliación del complejo aranés representa un severo impacto ambiental sobre el hábitat del oso pardo, reintroducido hace nueve años en el Pirineo catalán, y el
de diversas aves. La Generalitat ha anunciado que asumirá esta decisión y paralizará el proyecto de ampliación de Baqueira-Beret hacia el norte del Pallars Sobirà, un lugar casi virgen de gran valor ecológico. El proyecto inicial preveía la construcción de 30 kilómetros de pistas, 15 kilómetros de canalizaciones para la innivación artificial, 16 kilómetros de carreteras y caminos de tierra, 10 remontadores, 4 zonas de aparcamiento y 4 áreas de servicios en diferentes cotas. El 90% del área esquiable está considerada espacio de interés natural. A pesar de ello, el anterior Gobierno de la Generalitat defendió con entusiasmo el
proyecto con el argumento de que crearía riqueza en la comarca.
El director general de Medio Ambiente, Ramon Luque, dijo ayer que se recuperará este espacio natural, no sólo porque así lo ha ordenado la UE, sino porque el Gobierno catalán quiere apostar por este territorio.