La sociedad que iba a costear la expansión de formigal, abocada al preconcurso de acreedores

La sociedad urbanística creada hace una década para desarrollar suelo frente a la estación de Formigal y financiar así su ampliación, Articalengua-Las Bozosas, está abocada a la quiebra. El principal accionista, el Ayuntamiento de Sallent de Gállego, no puede avalar la refinanciación de la sociedad, la condición impuesta por Ibercaja para alargar la devolución de la deuda hasta mediados de 2015. Y tampoco está en disposición de asumir este aval el socio minoritario, Aramón Formigal, ya que la renegociación de su propia deuda que firmó con los bancos hace menos de un año le impide asumir nuevas cargas.
 
La crítica situación financiera de Articalengua es debida a su falta de liquidez y a la imposibilidad de urbanizar los terrenos para obtener plusvalías con las que atender su deuda, que supera los 1,4 millones de euros y está vencida. Por tanto, la sociedad está obligada a presentar el concurso voluntario de acreedores, que prevé aprobar mañana el consejo de administración. Solo un acuerdo de urgencia entre los socios, el Ayuntamiento y Aramón Formigal, lo evitaría, aunque se antoja como algo casi imposible, según fuentes del propio consejo.
 
Ibercaja y Articalengua firmaron un contrato de ‘stand still’ el pasado mes de septiembre por el que la entidad financiera se comprometió a no reclamar ya en ese momento a la sociedad el crédito. Lo hizo con el fin de que el Ayuntamiento de Sallent autorizara la renovación del préstamo, que se eleva a 1,225 millones, por ser el fiador con el 60% del importe (el mismo porcentaje de su participación en la sociedad).
 
Un informe desautoriza el aval
 
El pleno municipal llegó a aprobar el aval en el pleno de noviembre en contra del informe de la secretaria interventora, que advirtió de que no se podía autorizar porque el Ayuntamiento supera el techo de endeudamiento y presenta un ahorro neto negativo. Ambas condiciones impiden nuevas operaciones de crédito y otorgar avales, según se recoge en la ley de Presupuestos Generales de 2013.
 
El acuerdo salió adelante con los votos del PP, del PSOE y de uno de los dos ediles del PAR, mientras el edil de CHA Antonio Sarralde mostró su rechazo y anunció que se reservaba el derecho de adoptar medidas. Así, apuntó la posibilidad de denunciarlo ante el Tribunal de Cuentas «o cualquier organismo competente para ello».
 
El Ayuntamiento no ha concedido a estas alturas el aval y ha elevado consultas previas a la Dirección General de Administración Local de la DGA. El equipo municipal del PP no ha pedido oficialmente la preceptiva autorización a este órgano autonómico, según ha podido contrastar este diario tras intentar sin éxito hablar con el alcalde, Jesús Gericó.
 
Articalengua-Las Bozosas S. L. se constituyó a finales de 2005 con el objetivo de desarrollar hasta 48 hectáreas frente a la estación de Formigal, que siguen pendientes de recalificación para levantar más de 1.000 viviendas y 400 plazas hoteleras. En el convenio urbanístico estaban implicados el Ayuntamiento de Sallent, el Gobierno de Aragón y Aramón. Esta última sociedad debía adelantar la financiación del colegio, que finalmente ha asumido y recientemente adjudicado la DGA.
 
Las sociedad encargó estudios geotécnicos, el diseño y el planeamiento para la ampliación de la actual urbanización de Formigal, que se pagaron con el crédito de 1,225 millones de Ibercaja. También se negoció la adquisición de suelo y Formigal Aramón aportó unos 200.000 euros a Articalengua.
 
Las demoras que sufrió el convenio, en parte debidas a las diferencias entre los socios, provocó un considerable retraso. Para cuando se desbloqueó, las obras de la otra operación urbanística de Formigal, la del Estacho, habían comenzado. Y los problemas geotécnicos obligaron a paralizarlas y a replantear el diseño de la urbanización para salvar el máximo numero de pisos.
 
Los terrenos de Articalengua están encima del Estacho y sus accesos estaban previstos por la zona afectada por los problemas geotécnicos, por lo que su futuro está también condicionado a la suerte que tenga la otra operación urbanística.

Todas las operaciones de suelo de Aramón han fallado

Las tres operaciones urbanísticas diseñadas para financiar las inversiones en las estaciones de Formigal, Cerler y Castanesa han resultado fallidas. Los dos socios de Aramón, la DGA e Ibercaja, pretendían que la mejora de los complejos invernales o la creación de nuevos dominios se costease con el desarrollo de suelos en los municipios que iban a beneficiarse de las inversiones.
 
Nada más lejos de la realidad. El enfrentamiento con el Ayuntamiento de Benasque frustró la venta de unos terrenos por 72 millones de euros cuando estaba cerrada. El exalcalde Jose Ignacio Abadías impulsó un acuerdo plenario que declaró litigiosos los suelos de Aramón. Esa decisión acabó abortando la venta de los terrenos, por lo que el grupo llegó a exigir sin éxito al Consistorio los 72 millones por un supuesto quebranto patrimonial –ahora pueden venderse, pero el hundimiento del mercado inmobiliario hace impensable la operación–.
 
Tampoco ha salido adelante la venta de los suelos que el ‘holding’ tiene en el valle de Castanesa. La construcción de la nueva estación con la que se quiere ampliar el dominio esquiable que ya existe en Cerler no se ha iniciado porque la actual situación económica impide y desaconseja que Aramón y la DGA puedan acometer las inversiones necesarias. Y mientras no se haga ese nuevo complejo invernal no se podrán vender los terrenos del grupo de la nieve –el plan de ordenación urbana de Montanuy establece que los suelos deben desarrollarse en paralelo a la estación–.

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