“Una vez que se ha conocido que el GA se niega a realizar la Ley de la Montaña, incumpliendo con ello sus compromisos y dejando por tanto a las montañas de Aragón en manos de la especulación urbanística, exigimos que, al menos, antes de que acabe la legislatura se cumpla uno de los compromisos menores, la protección del Anayet”, indican.
Esta exigencia, dicen, no exime de la mayor: la Ley de la Montaña, “que es cada día más necesaria y la voz que la reclama es cada vez más numerosa”.