–Después de meses de polémica por el Plan de Ordenación Urbana y el proyecto de la estación de Castanesa su lista sigue teniendo mayoría absoluta.
–Las elecciones no han ido mal. Los vecinos nos han respaldado. Después de todas las críticas, era la gente quien debía decidir sobre el Plan General de Ordenación Urbana, y lo han apoyado.
–¿Cuando piensan aprobarlo para remitirlo a la DGA?
–En el primer pleno que celebremos después de constituir el ayuntamiento, en el mes de julio.
–El PSOE tiene cuatro concejales; el PAR, dos, y CHA, uno. ¿Se plantea gobernar con ellos?
–Chunta siempre ha estado en contra del plan y del desarrollo, y a favor de que no haya vida en los pueblos. La mayoría de quienes les apoyan ni viven en el municipio. El pueblo se morirá sin desarrollo. Tenemos 300 habitantes, en invierno no residen en Montanuy más de 120 y la mitad de ellos tienen más de 70 años.
–¿Contará con el PAR?
–Si quieren, contaremos con ellos. En su programa no se manifestaban ni a favor ni en contra de la estación. Supongo que colaborarán, aunque tengan divergencias. Si no quieren, desarrollaremos el plan nosotros.
–¿Estas elecciones zanjan la polémica?
–Nunca se zanjará, pero la gente nos ha dado su apoyo para que llevemos adelante el plan. El proyecto es bueno para Montanuy, para la Ribagorza, para el valle del Isábena e incluso para Benasque.
–¿Cuánta superficie tienen previsto urbanizar con el nuevo Plan de Ordenación Urbana?
–Alrededor de 40 hectáreas en un término de 174 kilómetros cuadrados en el que la densidad de población se queda en torno a 1,6 habitantes por kilómetro cuadrado. Además, ¿cuánto queda si lo repartes entre los 17 núcleos que tiene el municipio? Excepto en tres de ellos, donde van las zonas de servicios de la estación de esquí, las nuevas construcciones no superarán el centenar de viviendas en el mejor de los casos.
–¿Cómo será ese desarrollo?
–Moderado. Se llevará a cabo junto a los núcleos urbanos ya existentes, con la excepción de una zona situada a 900 metros de altura en la que se concentrarán parte de los servicios. Además, se llevará a cabo al revés de lo que es habitual. Primero tendremos los servicios, financiados por la estación, y después el desarrollo urbanístico.