El valle del aragón teme los efectos negativos del impuesto que gravará las pistas de esquí

HERALDO DE ARAGON

El valle del Aragón teme los efectos negativos del impuesto que gravará las pistas de esquí

Las estaciones invernales encaran este año la temporada con una preocupación añadida: la recuperación del conocido como ‘impuesto del cable’, que grava los telesillas y telearrastres. La medida del Gobierno de Aragón, incorporada en el nuevo paquete fiscal, es rechazada frontalmente por los empresarios pero también por los alcaldes, incluidos los socialistas. Y es que además de suponer unos 300.000 euros al año para cada una de las estaciones (se calcula una recaudación de 1,5 millones) tendrá efectos indirectos en todo el sector del turismo de nieve.

Aragón es el único lugar, en España y en todo el mundo, afirman desde las estaciones, donde se aplica el denominado impuesto medioambiental sobre las instalaciones de transporte por cable. Nació en 2006 y fue derogado por Luisa Fernanda Rudi en 2012 para ayudar a capear la crisis. Lambán lo ha recuperado justificando que las empresas deben asumir un coste al emplear tendidos de cable «que dañan al medio ambiente», perturban el paisaje y perjudican a la flora y la fauna.

Las reacciones no se han hecho esperar. Ayer, en un comunicado conjunto, los trabajadores y la dirección de Astún lo tacharon de «injusto» al exigir un esfuerzo tributario «a quienes no están obteniendo beneficios de su actividad», dados los números rojos de las empresas. Advierten de que generará una pérdida de competitividad frente a otras comunidades en las que no existe y una subida de precios que acabará repercutiendo en todos los negocios de los valles. Por eso, piden al Gobierno y a los grupos parlamentarios que abandonen la idea, «dadas las nefastas consecuencias que produciría, en un esce-

El temporal de lluvia y viento de los últimos días también ha traído nieve a las estaciones de esquí. La noche del lunes al martes se registraron ligeras precipitaciones por encima de 1.900 metros que dejaron un manto blanco, la mejor imagen para anunciar la temporada invernal, que ya está más cerca. nario de grave crisis de las empresas del sector».

Por transportes y por metros. Se grava el transporte de personas en las instalaciones de teleféricos y remontes. – Por cada transporte por cable colectivo instalado (telesilla): 5.040 euros. – Por cada transporte por cable individual instalado (telesquí): 4.560 euros. – Por cada metro de longitud del transporte por cable de personas: 12 euros. – A estas cuotas se aplicará, en función de la longitud total por estación expresada en kilómetros de pistas, un coeficiente: 1 hasta 20 km, 1,25 de 20 a 40 km y 1,5, más de 40 km.

Candanchú, la otra estación privada del valle del Aragón, esperará para dar su opinión al viernes, cuando se reúna su consejo de administración. Aramón (formada por la DGA e Ibercaja) prefiere no pronunciarse. Cada estación pagaría en función del número y tipo de instalaciones y de los kilómetros. Esto obligaría a algunas a reducir su superficie esquiable, pues a partir de 40 km se multiplica la cuota.

Candanchú gravamen solo servirá «para complicar más la vida a un sector que ha sufrido los efectos de la crisis económica y ahora se trata de que se recupere». La iniciativa «duele», añadió el exdirector y accionista de Candanchú, quien aún confía en que los políticos reflexionen «y no lo lleven a efecto», porque «mal que bien, se repercutirá en los precios a los clientes». En referencia a la prevista entrada de nuevos accionistas en Explotaciones Turísticas de Candanchú SA (Etuksa) para reflotar el centro invernal, Roldán señaló que el impuesto «no es una buena noticia» para la operación, como tampoco lo es para el resto de estaciones, en un momento en el que todas tienen desequilibrios económicos. «Haría un voto para que los políticos se lo piensen, porque no solo afecta a las empresas, afecta a valles, a familias, a negocios auxiliares…», concluyó Roldán.

De momento, el Partido Popular ha anunciado una propuesta de resolución en la Diputación Provincial de Huesca para rechazar el impuesto, que, según aseguró su portavoz, Ana Alós, puede gravar a las estaciones, tanto públicas como privadas, «con cantidades que en muchos casos pueden coincidir con sus beneficios anuales». El PP está negociando un acuerdo con PSOE y PAR, pues Cambiar Huesca ya ha anunciado que apoya el tributo.

Ya se ha pronunciado abiertamente en contra el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, que advierte de las «dramáticas consecuencias». Espera que se pueda negociar para frenarlo porque «poner un impuesto a empresas que pierden dinero puede llevarlas al cierre, con las consecuencias que esto tiene para todos los negocios del valle». Lo mismo piensan los empresarios de la Jacetania. La nieve, afirman, es un motor para Huesca, como la Opel en Zaragoza o la central térmica en Teruel. Su presidente, Pedro Marco, aseguró ayer que «el sector no está en condiciones de soportar esa carga impositiva», que además no ofrece contrapartidas y que «cuando estuvo en vigor no revirtió» en inversiones en el valle del Aragón, aclaró.


EL PERIODICO DE ARAGON

Astún advierte que sufrirá pérdidas con la nueva tasa

Asegura que el impuesto sobre el transporte por cable restará competitividad

La empresa asegura que se perderán clientes con el impuesto.

La dirección y los trabajadores de la estación invernal de Astún advirtieron ayer de que la habilitación de un impuesto sobre el transporte por cable restará competitividad al sector de la nieve en Aragón e incidirá negativamente sobre la economía de los valles.

En un comunicado conjunto, aseguraron que este impuesto, que tachan de «injusto», obligará a las estaciones a subir los precios de sus servicios, lo que provocará una pérdida de competitividad y de clientes que repercutirá de forma «grave» en los negocios y empresas de la zona y provocará la destrucción de empleo.

Tanto la plantilla como la dirección señalaron que el anuncio del impuesto sobre el transporte por cable se produce en un momento en que el sector de la nieve sufre «con gran agudeza» los efectos de la crisis económica, una situación que, según aseguraron, conoce el Gobierno de Aragón.

«Entendemos que el sector de la nieve en Aragón no tiene capacidad económica para soportar este impuesto y que por lo tanto es injusta su implantación al exigir ingentes esfuerzos tributarios a quien no están obteniendo beneficios de su actividad y que, por lo tanto, no están en situación de poder pagarlo», apuntaron.

En el comunicado recordaron que durante los años en que este impuesto estuvo implantado en la comunidad no se resolvió ningún supuesto daño medioambiental ni supuso ventaja alguna en relación a la preservación y protección del entorno natural.

Sin embargo, destacaron que el impuesto generó «graves problemas» económicos a las estaciones al obligarles a subir los precios, lo que les privó de competitividad frente a instalaciones de comunidades vecinas donde no se aplica de cara a la captación de clientes.

Además, advirtieron de que la aplicación de la tasa podría tener unos efectos «perjudiciales» para la economía del valle que, añaden, «tal vez no hayan sido apreciados con realismo».


RADIO HUESCA

Los trabajadores de Astún contrarios al impuesto del cable

A las reacciones de los empresarios y directivos de algunos colectivos relacionados con la nieve calificando de “barbaridad” volver a poner en marcha el impuesto del “cable” a las estaciones de esquí, se suman ahora, otros colectivos como los propios trabajadores. En este caso los de Astún que en un comunicado muestran su rechazo y oposición a esta medida.

Entienden que el sector de la nieve es un sector estratégico en la economía aragonesa y especialmente en los valles pirenaicos de la provincia de Huesca, donde actúa como el motor que dinamiza la economía del valle, atrayendo a la zona turistas y recursos económicos de los que las estaciones de esquí tan solo obtienen una pequeña parte, beneficiando con su actividad a toda la comarca en la que se asientan las estaciones de esquí.

Este sector está sufriendo con gran agudeza los efectos de la crisis económica, afrontando graves problemas económicos y financieros, como es bien sabido por el Gobierno de Aragón, apuntan en su comunicado.

Consideran que el sector de la nieve en Aragón no tiene capacidad económica para soportar este impuesto y que por lo tanto es injusta su implantación al exigir ingentes esfuerzos tributarios a quienes no están obteniendo beneficios de su actividad, y que por lo tanto, no están en situación de poder pagarlo.

Además, generará una pérdida de competitividad de las estaciones aragonesas frente a las de otras regiones en las que no existe este impuesto y que por lo tanto, no se verán obligadas a subir los precios de sus servicios.

Este encarecimiento del esquí en Aragón y la consiguiente pérdida de competitividad y de clientes de sus estaciones acabará repercutiendo de manera grave en todos los negocios y empresas de la zona, dificultando e incluso propiciando la destrucción de empleo.

Indican que en los años en que estuvo vigente el impuesto por cable, ya se pudo apreciar los efectos que produjo en el valle del Aragón. En primer lugar no resolvió ningún supuesto daño ambiental, ni supuso ninguna ventaja apreciable con relación a la preservación y protección del medio ambiente.

Sin embargo, sí que generó graves problemas económicos a las estaciones, obligándolas a subir precios para pagar el impuesto, privándolas de competitividad y de capacidad para hacer inversiones y favoreciendo por lo tanto la pérdida de esquiadores y visitantes, lo que acabó repercutiendo negativamente sobre toda la economía del Valle del Aragón, que además, no se vio compensado con ningún tipo de inversión pública en el sector de la nieve, a diferencia de lo que sucedió en otros lugares de Aragón, donde sí que se realizaron ingentes inversiones públicas que redujeron el impacto negativo del impuesto.

Dada la situación de grave crisis que actualmente atraviesa el sector de la nieve, consideran que en este momento la reintroducción del impuesto podría tener unos efectos todavía más perjudiciales para la economía de este valle, que tal vez no hayan sido apreciados con realismo y mesura por parte del Gobierno.

Por todo ello, reiteran su rechazo al restablecimiento del impuesto sobre el transporte por cable y piden al Gobierno de Aragón y al resto de los grupos parlamentarios de las Cortes de Aragón que se abandone definitivamente la idea de reintroducirlo, dadas las nefastas consecuencias que produciría, especialmente en un escenario de grave crisis de las empresas del sector.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *