Es difícil superar récords cada año, pero la temporada de esquí parece que lo ha vuelto a conseguir. A falta de que Astún cierre definitivamente la campaña el próximo 15 de abril (las estaciones de Aramón y Candanchú lo harán este fin de semana), el sector turístico del Pirineo realiza un «buen balance» de estos cuatro meses en los que calculan que ha habido un aumento de actividad que rondará el 5%. Un dato que podría haber sido mayor, teniendo en cuenta la cantidad de nieve de este año, si el mal tiempo no hubiera echado a perder varios fines de semana importantes.
Las estaciones aragonesas de momento no han dado a conocer sus cifras definitivas de clientes. Astún, que alargará la temporada todavía una semana más, considera que ha sido «buena», aunque podría haber sido «excelente» si en el mes de marzo el tiempo hubiera acompañado más. Andrés Pita, director comercial del centro, valora que se pudo abrir en el puente de la Constitución y sobre todo los datos de febrero, «el mejor de los últimos años». Y a falta de cerrar los datos, aventura que las cifras de esquiadores serán muy parecidas a las del año pasado, «que fue una muy buena temporada».
En su caso, han decidido abrir también el próximo fin de semana con precios especiales «porque hay muchísima nieve, la Semana Santa ha caído pronto y porque en esta última mitad ha habido mucha gente que ha querido venir a esquiar y no ha podido por el mal tiempo, sobre todo los fines de semana, que es cuando más gente viene». Por todo ello, «hemos querido darles una segunda oportunidad».
Un 10% más en Candanchú
En Candanchú, la temporada también ha sido buena, a pesar del mal tiempo. Ha crecido en esquiadores, hostelería y facturación un 10% más que el año pasado, según Carolina Díaz, responsable de márquetin. Ha experimentado un gran crecimiento en diciembre y enero, comparado con años anteriores, «siendo la segunda mejor cifra de número de esquiadores en una década». Desde mitad de febrero hasta el cierre, han disfrutado de pocos días de sol, «lo que no nos favorece». No obstante, añade, el tiempo «nos ha permitido salvar la Semana Santa, en la que tuvimos muchos esquiadores». Por su parte, el grupo Aramón ha anunciado que hoy facilitará los datos de la temporada.
Los únicos oficiales disponibles sobre la campaña turística de este invierno son los de ocupación hotelera del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondientes a los meses de diciembre, enero y febrero (los de marzo se conocerán a finales de abril), que reflejan un incremento de casi el 3% de visitantes y del 4,3% en número de pernoctaciones. Una tendencia que las asociaciones turísticas de los valles pirenaicos creen que se ha mantenido en esta recta final de campaña, gracias al tirón de la Semana Santa, de ahí que el repunte final pueda estar cercano al 5%.
José María Ciria, presidente de los empresarios turísticos del valle del Aragón, confía incluso en que el dato final sea mayor ya que no duda en calificarla como «una gran temporada de esquí», destacando el dato de ocupación hotelera de Benasque en febrero, «que fue el más alto de toda España los fines de semana», y la Semana Santa «porque esta vez hemos trabajado de lunes a a domingo, y no solo desde el jueves como otros años».
Cierre con mucha nieve
El único pero que pone Ciria es la mala meteorología de «algún fin de semana», que causó anulaciones, y que las previsiones «a veces no han acertado». Lamenta que pese a la gran cantidad de nieve que aún hay en pistas se cierre ya la campaña, pero también reconoce que «en cuanto pasa la Semana Santa, la gente cambia el chip y no va a las estaciones, aunque sí hace esquí de montaña, y con fuerza porque este año no se ha podido hacer por el peligro de avalanchas».
Desde la Asociación Turística del Valle del Aragón, Ángel Bandrés también hace un balance «bastante positivo», resaltando la alta ocupación de febrero. Y es que marzo no alcanzó las expectativas «porque aunque las condiciones climatológicas por un lado han permitido tener mucha nieve, y que esta última semana haya una alta afluencia, también provocaron al principio de mes estancias más fragmentadas». Confiesa que «da pena» acabar con espesores tan altos, «pero cuando entramos en abril la gente empieza a pensar en otras experiencias turísticas, porque para disfrutar la nieve tiene que estar en óptimas condiciones».
Hoy concluye también la temporada en los espacios nórdicos. Según su asociación, el balance es positivo porque cada día el esquí de fondo gana adeptos. La campaña ha sido bastante buena, pero también destaca que el mal tiempo de algunos sábados y domingos ha mermado la afluencia. «Los espacios han funcionado con normalidad, y en algunos casos bastante mejor que otros años, pero sigue habiendo deficiencias», comentó el director de Llanos del Hospital, Mario Gracia. Un ejemplo es Fanlo, cerrado un año más por falta de acuerdo entre las instituciones para limpiar la carretera.
Aunque no tienen pistas de alpino, la comarca de Sobrarbe también muestra su satisfacción con la campaña de invierno. «Los periodos de vacaciones han estado a tope, mejor que el año pasado, aunque aparte de eso no hemos tenido muchos fines de semana de buen tiempo, lo que ha echado a mucha gente para atrás», señala Miguel Ángel Noguero, alcalde de Bielsa y portavoz de la asociación empresarial turística.
Otro termómetro relevante del comportamiento del sector lo ofrecen los datos de consultas de las oficinas de turismo, que esta temporada se han disparado entre diciembre y marzo en localidades como Benasque (de 12.485 a 15.842, un 27% más) o Aínsa (de 3.363 a 5.295, un 57% más).
Últimas bajadas de agua y nieve
Muchos esquiadores han querido apurar este fin de semana la temporada y realizar las últimas bajadas, pero el tiempo no les ha dejado disfrutar todo lo que les hubiera gustado. La jornada de ayer se caracterizó por la lluvia, pero esta llegó con arena, que tiñó estaciones como Candanchú de color sepia. Tampoco faltó el granizo. El riesgo de tormenta, incluso con aparato eléctrico, obligó a dejar solo abierta la zona de seguridad.
Aún con todo, los usuarios aprovecharon lo que pudieron. «Estamos con pena de que se acabe, porque hay mucha nieve, más que otros años, como para poder seguir», apuntaban Carmen y Juanma, de Pamplona, asiduos de esta estación desde siempre, ya que tienen una segunda residencia. Y es que les apetecía aprovechar estas últimas horas «porque los fines de semana, que es cuando podemos venir, el tiempo ha sido malo en general». Ayer no había demasiada gente, por lo que de no ser por el mal tiempo «se hubiera esquiado muy bien».
A Martina Díaz y su familia, de Zaragoza, también se les ha hecho algo corta la temporada. «Este año no hemos podido venir todo lo que nos hubiera gustado, y encima, algunos fines de semana nos ha hecho malo. Pensábamos aprovechar al máximo estos últimos días, pero de momento no pinta muy bien», subrayó. «La nieve está bien y hay mucha», aclaró. Jorge Aguirre y su grupo de amigos, de Pamplona, también se lamentaron de las malas condiciones de este fin de temporada. «Qué rabia no haber podido despedirla por todo lo alto», aseguraron.
El último fin de semana se celebró con bajadas que acabaron en la piscina, tanto en Candanchú como en las pistas de Aramón.