El nuevo telesilla de astún llevará a 2.600 personas a la hora en la zona de truchas

Moderno y rápido. Así es el nuevo telesilla de la estación de Astún, la de Truchas, que con una capacidad de transporte de 2.600 personas a la hora ayudará a descongestionar una de las zonas más concurridas y que más gustan del centro de esquí. Las obras avanzan a buen ritmo y la dirección confía en que el nuevo remonte se pueda inaugurar con la temporada invernal, a finales de noviembre.

Desde el pasado mes de junio, Astún es un frenesí. El motivo no es otro que las obras de modernización del centro de esquí, en las que tan solo este año van a invertir nueve millones de euros. La principal novedad, a la que se destina más de la mitad del dinero (alrededor de 5 millones), es la sustitución de la vieja y lenta silla de Truchas por una cuatriplaza desembragable.

Esta obra ha sido una de las primeras en acometer la estación dentro de esta fase de renovación en la que se encuentra porque es una gran demanda de los usuarios de la estación. «Era un punto negro en cuanto a colas. No solo cuando había mucha gente, sino también porque era lenta y con muy poca capacidad», reconoció Andrés Pita, director de márquetin del centro. Pero el nuevo remonte, con su gran capacidad, 2.600 personas a la hora frente a los 1.400 de la anterior, contribuirá a descongestionar esta entrada a pistas y tardará 4,5 minutos en salvar los 435 metros que van de la base de la estación a la salida de pistas. «Este remonte y el de la cima de la Raca son los que más se utilizan porque son los primeros que se encuentra el esquiador». Su nueva posición de salida, que se ha adelantado unos 150 metros, todavía facilitará más su utilización ya que queda a pie de la urbanización, las cafeterías y los alquileres. Además, cabe destacar que la zona a la que da acceso, con ocho trazados para todos los niveles, desde principiantes hasta expertos, es una de las más concurridas, sobre todo por surferos.

Hierros de 25 años

El viejo remonte, que contaba con un cuarto de siglo de vida, ya es historia. Porque las obras comenzaron el pasado mes de junio, con la retirada de los lentos hierros de Truchas. Se desmontó la motriz -zona de salida- los cables y se sacaron las antiguas pilonas.

Aunque el nuevo telesilla seguirá el trazado del viejo remonte, Pita añadió que durante estos dos últimos meses, julio y agosto, han trabajado en el perfil topográfico, el replanteo y la cimentación para las nuevas pilonas. Ahora, que las columnas ya han llegado y también los balancines -la estructura superior en la que se apoya el cable-, comenzarán los trabajos más espectaculares. Es un helicóptero el encargado de ir subiendo, hasta el lugar elegido, dichos materiales.

Después, aseguró el director comercial, llegará la colocación del cable. El siguiente paso será la instalación de las dos estaciones que se han movido de lugar respecto al anterior remonte. Porque se ha adelantado la salida (1.725 metros), pero también la llegada (2.160 metros de altitud). «Al ser una desembragable necesitábamos más espacio para la caseta de reenvío», aclaró. Por último, colocarán las sillas.

De momento cumplen con los plazos. «Calculamos que finalizaremos al inicio de la temporada de esquí, a finales de noviembre. Es esa además la fecha prevista para las pruebas de carga y la obtención de los permisos», concluyó Pita.

También han instalado 40 cañones más de nieve artificial, colocados en los ramales que van de la Raca a la Intermedia y de Sarrios a la zona de Canal Roya. Asimismo, se llevan a cabo otros trabajos de mantenimiento y de adecuación de pistas.

 

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