El gobierno aragonés queda en evidencia en la conservación de nuestras montañas
Esta semana la prensa informaba de la venta de una extensión de terreno dentro del mismísimo Parque Natural del Posets-Maladeta que incluía, ni más ni menos, que parte del glaciar de la Maladeta, declarado Monumento Natural.
Ante esta venta, el gobierno aragonés no mostraba ni el más mínimo interés por adquirir esas tierras y proteger el paisaje de montaña: un patrimonio natural y cultural de todos los aragoneses. Sólo cuando los medios de comunicación y los habitantes de la zona han denunciado la situación, el gobierno ha dicho que lo estudiara, aunque no es probable, según sus propias declaraciones, que se moleste en comprar y conservar esa parte de paisaje teóricamente protegido.
Para la Plataforma en Defensa de las Montañas de Aragón, esta actitud contrasta llamativamente con la que lleva a cabo el gobierno por medio de la empresa Aramón: mientras que no tiene dinero (1 millón de euros) para hacerse con parte de paisaje del glaciar y conservarlo, sí que tiene 60 veces más (60 millones) para utilizarlos en urbanizar uno de los valles más hermosos de nuestro Pirineo (Espelunciecha) y hacerlo con la excusa de que es para defender la montaña. Mientras que no muestra interés por adquirir un tesoro de todos como es un glaciar, reacciona rápidamente cuando lo que está en juego es la construcción de una pista de esquí y la urbanización de un valle, como sucedió recientemente cuando tras la rueda de prensa en la que los vecinos de Castanesa mostraban su rechazo a la ampliación de Cerler por su valle, en menos de 24 horas representantes de Aramón y del gobierno aragonés se presentaban en Montanuy para convencerles de lo maravilloso que sería para ellos el proyecto urbanístico y de la cantidad de millones que tenían para invertir en esa zona “por la montaña y los montañeses”.
Curiosamente, el terreno que sale a la venta está en esa misma zona y los propios vecinos de Castanesa y Montanuy han pedido su compra. Parece sin embargo que esa lluvia de millones públicos no contempla la adquisición de un pedazo de paisaje patrimonio de todos los aragoneses.
Todo este asunto deja en evidencia el verdadero interés del gobierno aragonés en la conservación de nuestras montañas. Parece que para nuestros gobernantes, a la vez máximos responsables de Aramón, adquirir un glaciar no es conservar la montaña, pero sí es conservar la montaña construir grandes pistas de esquí, tendidos eléctricos, urbanizaciones… Que cada uno saque sus propias conclusiones.