El Gobierno de Aragón aprobó ayer definitivamente la tramitación administrativa de la ampliación de Cerler por Castanesa que impulsa la empresa semipública Aramón. Un proyecto ambicioso, polémico y en el que se ha venido trabajando desde hace años en la administración autonómica. Un plan en el que el PSOE y el PP nunca han tenido discrepancias, por considerarlo estratégico y que ratifica la «apuesta al 100%» del Ejecutivo autonómico por el sector de la nieve como uno de los ejes estratégicos del Gobierno de Aragón. Una iniciativa que, en cambio, cuenta con la contestación social de algunos sectores y de partidos como CHA e IU.
El Consejo de Gobierno aprobó ayer una fase y media de las cinco que tenía el proyecto, de 290 hectáreas, cien kilómetros de dominio esquiable, más de 3.000 viviendas y diversos párkings en lugares de alto valor medioambiental. Con la declaración de interés general aprobada, se pone fin a cinco años de tramitación y se pretende avanzar en el diseño de esta ampliación y ejecutar la inversión cuando mejore la economía.
Así lo indicó ayer el portavoz del Ejecutivo, Roberto Bermúdez de Castro, quien defendió la apuesta por este sector, por su elevada incidencia en el PIB de la provincia de Huesca. La cumplimentación de estos trámites llega «después de haberse cumplido escrupulosamente la ley», según indicó, y permite dejarlo todo preparado para acometer esas obras (que tendrían una duración de unos cinco años) y hacer de Cerler uno de los mayores dominios esquiables de Europa.
CUMPLIDOS LOS REQUISITOS Este proyecto sufrió a lo largo de los años diversos avatares que complicó su puesta en marcha. Desde la ralentización del proyecto tras reclamar varios vecinos de Benasque la propiedad de parte de las tierras con las que el hólding del esquí pretendía ingresar 120 millones de euros con los que iba a financiar el plan de Castanesa. Tras el fallo de la Justicia, Aramón tuvo las manos libres para continuar con su proyecto. También hubo complicaciones políticas derivadas de la oposición mantenida por algunos miembros del PAR en la zona que dificultaron que en la pasada legislatura se adelantara en esta tramitación.
El diputado autonómico de CHA Joaquín Palacín exigió al Gobierno de Aragón que descarte la ampliación. «No vamos a ningún sitio volviendo a caer en los errores del pasado, en el modelo especulativo y del ladrillo, salvo que se busque un pelotazo para el beneficio de unos cuantos». También el diputado de IU, Miguel Aso rechazó «frontalmente» la apuesta del PP y el PAR «por continuar la marbellización del Pirineo que inició el anterior Ejecutivo y por el monocultivo de la nieve, en lugar de apostar por la conservación del valioso medio natural y la diversificación de la economía».