HERALDO DE ARAGON
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) ha emitido una declaración de impacto ambiental sobre la ampliación de Cerler hacia Castanesa, uno de los cinco sectores propuestos para ampliar la estación. El proyecto se considera compatible si cumple un total de 40 prescripciones.
La declaración de impacto ambiental se pronuncia solo sobre uno de los cinco sectores planteados por el promotor, en concreto sobre el de Castanesa, que se considera compatible, pero condicionado al cumplimiento de un total de 40 prescripciones. Entre ellas, figura el descarte del dominio esquiable cercano al Ibón de Basibé, así como la modificación de diez instalaciones.
El promotor deberá presentar un nuevo plan de obras en el que recoja todas las prescripciones ambientales, y se condiciona el inicio de los trabajos a la obtención por Aramón de las autorizaciones de otros organismos, como la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Criterios de la Mesa de la Montaña
Se ha tenido en cuenta el pronunciamiento del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, así como los criterios de la Mesa de la Montaña para los proyectos de esquí. Por ejemplo, se ha aplicado el criterio de la Mesa procurando adaptar las pistas de esquí al relieve minimizando las afecciones sobre el mismo mediante la aplicación de una técnica estadística que ha analizado la relación entre la superficie de terreno afectada y la longitud de cada pista, en la totalidad de las pistas de sector, concluyéndose que determinadas pistas deben ser rediseñadas y reducidas en su superficie en un 20%, lo que supone la reducción de un 10% de la superficie esquiable total del sector.
Igualmente se ha respetado el criterio de la Mesa de la Montaña relativo a la exigencia de reversibilidad para todas las instalaciones, al prescribirse la modificación de la plataforma ubicada en el collado de Pleta Vella, minimizando el rebaje del terreno que propone el proyecto hasta límites compatibles con la funcionalidad de la mencionada plataforma. También se han tenido en cuenta otros criterios de la Mesa como es el del seguimiento de las obras con un plan de vigilancia ambiental y la información a la población local. Finalmente, el condicionado impuesto determina la aplicación de las medidas necesarias para evitar la aparición de impactos críticos en las especies de fauna y flora más sensibles que pudieran originar su desaparición de la zona.
Pronunciamiento sobre un sector
Las características concretas del proyecto de ampliación en su conjunto, fundamentalmente la distribución espacial y temporal de su ejecución (que según el promotor se extendería durante un periodo de 16 años), obligan a considerar a los efectos de su evaluación ambiental, cada una de las cinco fases de las que consta el proyecto como partes individualizadas, todas ellas con entidad suficiente y acotadas temporalmente en cuanto a su desarrollo y puesta en marcha.
En este sentido, en aplicación del principio de prevención y protección ambiental y por razones de técnica y metodología de evaluación, la evaluación completa de todo el proyecto resulta inviable, debido fundamentalmente a la dificultad para predecir y proyectar en ese horizonte temporal la aparición de determinados efectos ambientales.
Así, una interpretación conjunta de la Ley de Protección Ambiental de Aragón y del Real Decreto Legislativo 1/2008, determina la imposibilidad de dar por válida la evaluación ambiental más allá del horizonte temporal de los dos años, periodo que se viene señalando como plazo de inicio de las obras según criterio ya consolidado al respecto por el INAGA.
40 condiciones a Castanesa
La declaración de impacto ambiental detalla que dada la proximidad de las instalaciones al Ibón de Basibé, recogido en el Inventario de Humedales de Aragón, en el Inventario Nacional de Humedales y del que destaca su gran interés ecológico, se eliminará la pista prevista en ese ámbito y sus tres extensiones (pistas no balizadas), y se modificarán los sistemas antialudes ligados a ella. Tampoco se ejecutará la extensión cuyo origen es la plataforma 41, por no estar prevista su construcción hasta fases posteriores.
La plataforma ubicada en el collado de Pleta Vella deberá reproyectarse minimizando el desmonte del terreno. También se modificará el diseño de las pistas número 31, 21, 51 y 33 para adaptarlas en mayor medida a la morfología del terreno. En la construcción de la pista 38, y en la zona de snowboard, no se podrá realizar ningún movimiento de tierras para la instalación de estos elementos.
La pista de verano para acceder a los apoyos del telecabina de Fonchanina deberá ser anulada tras la finalización de las obras, reponiéndose los terrenos a su configuración original y restaurándose la cubierta vegetal afectada.
Se deberán reducir las dimensiones de las balsas de Pleta Vella y Salses, teniendo en cuenta las modificaciones de la superficie de innivación, al objeto de ajustar los volúmenes de embalse, y con ello minimizar la ocupación y los impactos derivados de la misma.
Una vez delimitadas las zonas de actuación se realizarán prospecciones específicas con el objeto de localizar flora y vegetación de interés. Los resultados del estudio serán presentados ante el INAGA, que recabará los informes expertos necesarios para su validación.
Simultáneamente a lo anterior, se realizarán trabajos de prospección faunística en todo el ámbito espacial de esta fase, con objeto de conocer con precisión la utilización de dicho espacio por las especies de fauna de mayor interés. Las especies objeto de estudio, y la metodología para la realización de dichos trabajos serán igualmente dictaminadas por el INAGA.
En todo caso, y de forma previa al inicio de las obras en la zona, deberá procederse por técnicos especialistas a la captura y marcaje –en las mejores condiciones- de todos los ejemplares de lagópodo alpino presentes en los territorios de cría de la especie localizados en la zona de Basibé, lo que permitirá en todo caso un seguimiento posterior de la población. Se justificará así mismo la procedencia o conveniencia de traslocar dichos ejemplares a otras zonas del Pirineo.
Analizados los estudios de flora, vegetación y fauna por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, se determinará la necesidad o no, de modificar o eliminar algunas de las infraestructuras diseñadas. Con carácter previo al inicio de las obras se presentará un nuevo Plan de Obras, adaptado a los resultados de los estudios complementarios de flora, vegetación y fauna.
En el cronograma del nuevo plan de obras se deberán considerar necesariamente las épocas de mayor sensibilidad de las especies de fauna presentes en el ámbito para evitar en lo posible perturbaciones durante el período reproductor de las mismas. También se deberán señalizar los cables de la telecabina de Fonchanina y de los remontes al objeto de minimizar los riesgos de colisión para las aves.
La ejecución de las pistas de esquí y de las pistas de verano se realizará minimizando en lo posible los movimientos de tierra. Se priorizará la utilización de materiales procedentes de cada una de las pistas para la realización de la restitución morfológica, con el objeto de evitar movimientos innecesarios y favorecer una mejor integración de las nuevas unidades en el paisaje.
En las balsas de Basibé y Salses deberán integrarse las interfases agua-tierra mediante materiales naturales a fin de conseguir una suficiente integración paisajística. Se deberán habilitar escalas para peces en los azudes y realizar prospecciones de la fauna acuática presente, previas a su construcción, al objeto de determinar las características constructivas más favorables para su funcionamiento y mantenimiento a lo largo del tiempo. Asimismo, los aparcamientos de Benifons y Fonchanina deberán contar con un sistema de recogida de aguas pluviales y aguas de deshielo que deberán ser tratadas.
Las pistas de verano serán accesibles a vehículos motorizados sólo para labores de mantenimiento de la propia estación, para emergencias, para labores de inspección y control y para ganaderos con acceso a los pastos de la zona.
Una vez finalizadas las obras, se demolerán o retirarán todas las instalaciones temporales, efectuando las labores de limpieza que se estimen procedentes y restaurando los terrenos.
Los otros tres sectores planteados quedan en suspenso y se tendrán que someter a nuevas evaluaciones de impacto en un futuro El Inaga impone 40 prescripciones que obligan a recortar pistas y modificar varias instalaciones.
El Departamento de Medio Ambiente, a través del Inaga, ha dado su visto bueno con condiciones a la ampliación de la estación de Cerler, pero solo por el valle de Castanesa. Las otras tres zonas en las que el grupo Aramón quiere crear el mayor dominio esquiable de España (Ardonés, Isábena y Aneto) han quedado en suspenso y no podrán desarrollarse hasta que en un futuro se sometan a nuevas evaluaciones de impacto ambiental.
Además, el Inaga ha impuesto al holding de la nieve 40 prescripciones ambientales que deberán cumplirse para poner en marcha las actuaciones que sí han sido autorizadas. En otras cuestiones, ese largo listado de condiciones reducirá en un 10% la superficie esquiable planteada inicialmente en Castanesa y obligará a modificar una decena de infraestructuras: pistas, balsas de agua, plataformas, sistemas antialudes…
Todos estos requisitos estarán recogidos en la declaración de impacto ambiental que ya ha formulado el Inaga y que se publicará en los próximos días en el Boletín Oficial de Aragón. No obstante, Medio Ambiente adelantó ayer que la ampliación de Cerler por Castanesa ha sido considerada «compatible» con la preservación de los valores naturales del valle siempre y cuando se cumplan las prescripciones impuestas.
En su comunicado, la consejería que dirige Alfredo Boné destaca que en la aprobación de la declaración de impacto ambiental se han tenido en cuenta tanto el dictamen del Consejo de Protección de la Naturaleza -que rechazó los tres sectores ahora en suspenso- como los criterios consensuados por la Mesa de la Montaña.
Siempre según Medio Ambiente, ese listado de condiciones exigibles a los proyectos del esquí ha guiado a los técnicos en la toma de decisiones como el recorte de determinadas pistas para adaptarlas al relieve del terreno o la modificación de algunas plataformas para garantizar que las obras que se realicen sean reversibles.
Cada zona, por separado
En cuanto a la decisión de pronunciarse únicamente sobre el sector de Castanesa y dejar fuera de la declaración de impacto ambiental los de Ardonés, Isábena y Aneto, Medio Ambiente la justifica argumentando que la distribución espacial y temporal de la actuación -cuatro zonas que se desarrollarían sucesivamente- «obligan a considerar cada una de las fases como partes individualizadas con entidad suficiente».
«En aplicación del principio de prevención y protección ambiental, y por razones de técnica y metodología, la evaluación completa de todo el proyecto resulta inviable debido fundamentalmente a la dificultad para predecir y proyectar en ese horizonte temporal (16 años) la aparición de determinados efectos ambientales», explica Medio Ambiente en su escrito.
Esas razones han llevado al Inaga a pronunciarse sobre un único sector. Los otros tres no han recibido la autorización ambiental, pero tampoco han sido rechazados y quedan a expensas de que Aramón vuelva a someterlos a evaluación de impacto.
Aunque puede parecer un revés para el grupo de la nieve, la decisión tomada por el Inaga no tiene consecuencias prácticas para el holding, ya que el sector que sí ha recibido el visto bueno ambiental es el que primero se iba a desarrollar y el más importante de todos.
Un sector clave
La expansión de Cerler por la zona de Castanesa permitirá cumplir un doble objetivo: aumentar el dominio esquiable actual y dotarlo de un nuevo acceso que acerque la estación a Cataluña, Francia y Levante -esa segunda entrada estará a apenas 15 kilómetros de la vía rápida que unirá Lérida y el valle de Arán-. Sobre ella pivotan el resto de las ampliaciones previstas, y además hay que recordar que es en este valle donde se han previsto distintos desarrollos hoteleros y residenciales ligados a la puesta en marcha de la nueva estación.
Según las previsiones de Aramón, la construcción de Castanesa durará hasta ocho años. Si todo va bien y se cumplen las expectativas, conforme avance esa primera fase el grupo de la nieve tramitará la evaluación ambiental de la siguiente, y así sucesivamente.
No obstante, hay que tener en cuenta que el resto de sectores podrían ser descartados. En ese caso, los planes de Aramón sí se verían afectados, ya que el holding siempre ha dejado claro que la principal fortaleza de su proyecto de ampliación de Cerler es poder crear un dominio esquiable verdaderamente grande.
Actualmente, Cerler cuenta con 63 kilómetros de pistas. En el valle de Castanesa se han proyectado 34 kilómetros más a los que habrá que hacer algunos recortes, pero los otros tres sectores que quedan pendientes suman otros 49 kilómetros fundamentales para que la Ribagorza cuente con una estación comparable a Formigal, Baqueira o Sierra Nevada.
El informe de impacto elimina algunos planes de la primera fase.Supedita las obras de Aramón a la obtención de otros permisos.
En plena víspera navideña, el Gobierno de Aragón anunció ayer que ha autorizado la ampliación de Cerler por el valle de Castanesa aunque con una serie de condiciones para el inicio de la primera fase de las obras. Estas podrían iniciarse en el primer semestre del año próximo si se cumplen una serie de requisitos y condiciones.
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental del Departamento de Medio Ambiente ha aprobado la declaración de impacto ambiental en la que condiciona el desarrollo urbanístico y lúdico de esta estación de esquí integrada en el grupo Aramón a que se cumplan 40 requisitos, algunos de los cuales establecen dudas y no satisfacieron a los colectivos que se oponen a este macroproyecto urbanístico en uno de los valles más vírgenes del Pirineo oriental aragonés.
Los requisitos, según anunció ayer el Ejecutivo autonómico en un comunicado, siguen los criterios marcados desde la Mesa de la Montaña y el Consejo de Protección de Naturaleza. El controvertido proyecto recibe, por tanto, la luz verde de la Administración autonómica, aunque marca una serie de controles y solicita a la empresa pública un nuevo plan de obras. Asimismo, como es lógico, no se podrá comenzar ningún trabajo sin la autorización de otros organismos, como la Confederación Hidrográfica del Ebro.
ELIMINA UNA PISTA DE ESQUÍ El informe suprime una pista de esquí que se pretendía acondicionar en el entorno del ibón de Basibé, y además obliga a hacer modificaciones en al menos diez instalaciones (que el Gobierno autonómico no detalló ayer pero que inciden en pistas, balsas de agua, sistemas antialudes o plataformas ). También condiciona otras actuaciones a los resultados de nuevas prospecciones sobre fauna, flora y patrimonio.
Otra de las peculiaridades del informe es que únicamente se pronuncia sobre uno de los cinco sectores que plantea Aramón, en concreto el de la ampliación por Castanesa. El comunicado aseguró que ha aplicado el criterio de la Mesa de la Montaña «procurando adaptar las pistas de esquí al relieve» minimizando las afecciones sobre el mismo mediante la aplicación de una técnica estadística que ha analizado la relación entre la superficie de terreno afectada y la longitud de cada pista, en la totalidad de las pistas de sector, concluyéndose que determinadas pistas deben ser rediseñadas y reducidas en su superficie en un 20%, lo que supone bajada de un 10% de la superficie esquiable total del sector.
También minimiza el rebaje del terreno en el collado de Pleta Vella, donde está proyectada una plataforma y solicita la aplicación de las medidas necesarias para evitar la aparición de impactos críticos en las especies de fauna y flora más sensibles que pudieran originar su desaparición de la zona. Este punto genera en los sectores conservacionistas críticas, puesto que hay una serie de especies protegidas y en peligro de extinción que se ven fuertemente amenazadas por el impacto de esta obra, que tiene un presupuesto cercano a los 400 millones de euros y que es uno de los proyectos de interés general de Aragón.
Las características concretas del proyecto de ampliación en su conjunto, fundamentalmente la distribución espacial y temporal de su ejecución (que según el promotor se extendería durante un periodo de 16 años), obligan a considerar a los efectos de su evaluación ambiental, cada una de las cinco fases de las que consta el proyecto como partes individualizadas, todas ellas con entidad suficiente y acotadas temporalmente en cuanto a su desarrollo y puesta en marcha, indicó el Ejecutivo autonómico.
JUSTIFICACIÓN El Gobierno de Aragón justificó el informe por fases por la aplicación del principio de prevención y protección ambiental y por razones de técnica y metodología de evaluación, la evaluación completa de todo el proyecto resulta inviable, debido fundamentalmente a la dificultad para predecir y proyectar en ese horizonte temporal la aparición de determinados efectos ambientales.
Este informe ambiental se remitirá próximamente al Parlamento Europeo, donde hay abierta una queja en la comisión de Peticiones y que está a la espera de recibir más información y documentos sobre este proyecto urbanístico.
La declaración de impacto ambiental detalla que dada la proximidad de las instalaciones al ibón de Basibé, recogido en el inventario de Humedales de Aragón, en el inventario Nacional de Humedales y del que destaca su gran interés ecológico, se eliminará la pista prevista en ese ámbito y sus tres pistas no balizadas, y se modificarán los sistemas antialudes ligados a ella.
La plataforma ubicada en el collado de Pleta Vella deberá reproyectarse minimizando el desmonte del terreno. También se modificará el diseño de las pistas número 31, 21, 51 y 33 para adaptarlas en mayor medida a la morfología del terreno. En la construcción de la pista 38, y en la zona de snowboard, no se podrá realizar ningún movimiento de tierras para la instalación de estos elementos.
La pista de verano para acceder a los apoyos del telecabina de Fonchanina deberá ser anulada tras la finalización de las obras. También se deberán reducir las dimensiones de las balsas de Pleta Vella y Salses, teniendo en cuenta las modificaciones de la superficie de innivación, al objeto de ajustar los volúmenes de embalse, y con ello minimizar la ocupación y los impactos derivados.
Una vez delimitadas las zonas de actuación se realizarán prospecciones específicas con el objeto de localizar flora y vegetación de interés. Simultáneamente se harán trabajos de prospección faunística en todo el ámbito de esta fase.
En las balsas de Basibé y Salses deberán integrarse las interfases agua-tierra mediante materiales naturales. Los aparcamientos de Benifons y Fonchanina deberán tener un sistema de recogida de aguas pluviales y aguas de deshielo que deberán ser tratadas.
DIARIO DEL ALTOARAGON
El organismo formula declaración de impacto ambiental sólo de uno de los cinco sectores planteados por Aramón.
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) considera ambientalmente compatible, aunque con condiciones, el proyecto de ampliación de la estación de Cerler por el valle de Castanesa. El organismo ha formulado la declaración de impacto ambiental únicamente de uno de los cinco sectores planteados por el promotor, Aramón, y supedita las otras cuatro fases a futuras evaluaciones.
HUESCA.- Según informaron ayer fuentes del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno aragonés en un comunicado de prensa remitido a este periódico, la declaración de impacto ambiental del Inaga impone 40 condiciones al sector de Castanesa, al tiempo que se solicita un nuevo plan de obras a Aramón que recoja todas las prescripciones ambientales, y se condiciona el comienzo de los trabajos a autorizaciones de otros organismos, como la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Entre las prescripciones del Inaga, figura el descarte del dominio esquiable cercano al Ibón de Basibé o la modificación de diez instalaciones (pistas, plataformas, balsas de agua, sistemas antialudes, etcétera).
Las mismas fuentes explican que el hecho de que el promotor estime que las obras se prolongarán durante 16 años obliga a considerar, a los efectos de su evaluación ambiental, cada una de las cinco fases de las que consta el proyecto como partes individualizadas. «La evaluación completa de todo el proyecto resulta inviable, debido fundamentalmente a la dificultad para predecir y proyectar en ese horizonte temporal la aparición de determinados efectos ambientales», señalan.
CONDICIONES
La declaración de impacto ambiental detalla que dada la proximidad de las instalaciones al Ibón de Basibé, recogido en el Inventario de Humedales de Aragón, en el Inventario Nacional de Humedales y del que destaca su gran interés ecológico, se eliminará la pista prevista en ese ámbito y sus tres extensiones (pistas no balizadas), y se modificarán los sistemas antialudes ligados a ella. Tampoco se ejecutará la extensión cuyo origen es la plataforma 41, por no estar prevista su construcción hasta fases posteriores.
La plataforma ubicada en el collado de Pleta Vella deberá reproyectarse minimizando el desmonte del terreno. También se modificará, según las mismas fuentes, el diseño de las pistas número 31, 21, 51 y 33 para adaptarlas en mayor medida a la morfología del terreno. En la construcción de la pista 38 y en la zona de «snowboard» no se podrá realizar ningún movimiento de tierras para la instalación de estos elementos.
La pista de verano para acceder a los apoyos del telecabina de Fonchanina deberá ser anulada tras la finalización de las obras y repuesto el terreno a su configuración original.
Se deberán reducir las dimensiones de las balsas de Pleta Vella y Salses, teniendo en cuenta las modificaciones de la superficie de innivación, para ajustar los volúmenes de embalse y así minimizar la ocupación y los impactos derivados de la misma.
Una vez delimitadas las zonas de actuación se realizarán prospecciones específicas con el objeto de localizar flora y vegetación de interés. Simultáneamente, se realizarán trabajos de prospección faunística. Especialistas deberán capturar y marcar todos los ejemplares de lagópodo localizados en la zona de Basibé, y se estudiará la conveniencia de traslocar dichos ejemplares a otras zonas del Pirineo. Analizados los estudios de flora, vegetación y fauna por el Inaga, se determinará la necesidad o no de modificar o eliminar algunas de las infraestructuras.
En el cronograma del nuevo plan de obras se deberán considerar necesariamente las épocas de mayor sensibilidad de las especies de fauna presentes en el ámbito para evitar en lo posible perturbaciones durante el período reproductor de las mismas. También se deberán señalizar los cables de la telecabina de Fonchanina y de los remontes al objeto de minimizar los riesgos de colisión para las aves.
La ejecución de las pistas de esquí y de las pistas de verano se realizará minimizando en lo posible los movimientos de tierra.
En las balsas de Basibé y Salses deberán integrarse las interfases agua-tierra mediante materiales naturales a fin de conseguir una suficiente integración paisajística. Se deberán habilitar escalas para peces en los azudes y realizar prospecciones de la fauna acuática presente, previas a su construcción, al objeto de determinar las características constructivas más favorables para su funcionamiento y mantenimiento a lo largo del tiempo. Asimismo, los aparcamientos de Benifons y Fonchanina deberán contar con un sistema de recogida de aguas pluviales y aguas de deshielo que deberán ser tratadas.
Las pistas de verano serán accesibles a vehículos motorizados sólo para labores de mantenimiento de la propia estación, para emergencias, para labores de inspección y control y para ganaderos con acceso a los pastos de la zona.
Una vez finalizadas las obras, se demolerán o retirarán todas las instalaciones temporales, efectuando las labores de limpieza que se estimen procedentes y restaurando los terrenos.
CRITERIOS DE LA MESA DE LA MONTAÑA
El Inaga ha tenido en cuenta el pronunciamiento del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, así como los criterios de la Mesa de la Montaña para los proyectos de esquí, según explicaron desde Medio Ambiente del GA. En este sentido, aseguran que se ha aplicado el criterio de la Mesa procurando adaptar las pistas de esquí al relieve minimizando las afecciones sobre el mismo mediante la aplicación de una técnica estadística que ha analizado la relación entre la superficie de terreno afectada y la longitud de cada pista, en la totalidad de las pistas de sector, concluyéndose que determinadas pistas deben ser rediseñadas y reducidas en su superficie en un 20%, lo que supone la reducción de un 10% de la superficie esquiable total del sector. Igualmente se ha respetado el criterio de la Mesa de la Montaña relativo a la exigencia de reversibilidad para todas las instalaciones, al prescribirse la modificación de la plataforma ubicada en el collado de Pleta Vella, minimizando el rebaje del terreno que propone el proyecto hasta límites compatibles con la funcionalidad de la mencionada plataforma. También se han tenido en cuenta otros criterios de la Mesa como es el del seguimiento de las obras con un plan de vigilancia ambiental y la información a la población local. Finalmente, una condición impuesta determina la aplicación de las medidas necesarias para evitar la aparición de «impactos críticos» en las especies de fauna y flora más sensibles que pudieran originar su desaparición de la zona.
PIRINEO DIGITAL
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) ha emitido la declaración de impacto ambiental del proyecto de ampliación de la estación de Cerler y sólo se ha pronunciado sobre uno de los cinco sectores que incluye el proyecto, el de Castanesa, y condicionando su desarrollo al cumplimiento de 40 prescripciones. Entre ellas, el descarte de la pista cercana al ibón de Basibé y la modificación de 10 instalaciones, entre pistas, balsas de agua o sistemas antialudes.
Según la nota emitida por el Gobierno de Aragón, el Instituto de Gestión Ambiental realiza esta declaración siguiendo los criterios fijados por la Mesa de la Montaña y el Consejo de Protección de la Naturaleza, que ya mostraron sus reservas a la ampliación de Cerler tal y como estaba propuesta.
Además, el INAGA solita a ARAMÓN, promotor de proyecto, un nuevo plan de obras y condiciona el comienzo de los trabajos a autorizaciones de otros organismos, como la Confederación Hidrográfica del Ebro. También condiciona la realización de varias actuaciones en Castanesa a los resultados de nuevas prospecciones sobre fauna, flora y patrimonio.
Según el comunicado, el pronunciamiento sobre un único sector se debe a las características propias del proyecto, fundamentalmente a la distribución espacial y temporal de su ejecución (ARAMÓN habla de 16 años), lo que hace que “la evaluación completa de todo el proyecto resulte inviable”. Así, cada una de las cinco fases de las que consta el proyecto son consideradas como partes individualizadas a la hora de efectuar su declaración ambiental.
Algunas condiciones
Una de las condiciones que exige el INAGA a ARAMÓN para permitir la actuación en Castanesa es la eliminación de la pista prevista en las inmediaciones del ibón de Basibé, y sus tres extensiones (pistas no balizadas), y la modificarán los sistemas antialudes ligados a ella. Tampoco se ejecutará la extensión cuyo origen es la plataforma 41, por no estar prevista su construcción hasta fases posteriores.
En cuanto a modificaciones, entre otras, debe reproyectarse la plataforma del collado de Pleta Vella y en la zona de snowboard no se podrá realizar ningún movimiento de tierras para la instalación de los elementos correspondientes. Se deben reducir las balsas de Pleta Vella y Salses, y los aparcamientos de Benifons y Fonchanina deberán contar con un sistema de recogida de aguas pluviales y aguas de deshielo que deberán ser tratadas.
Una vez delimitadas las zonas de actuación se realizarán prospecciones específicas con el objeto de localizar flora y vegetación y especies de fauna de interés. Los resultados del estudio serán presentados ante el INAGA, que recabará los informes expertos necesarios para su validación y, una vez analizados los estudios, podrá determinar la necesidad o no de modificar o eliminar algunas de las infraestructuras diseñadas.
Con carácter previo al inicio de las obras se presentará un nuevo Plan de Obras, adaptado a los resultados de los estudios complementarios de flora, vegetación y fauna. En el cronograma del nuevo plan se deberán considerar necesariamente las épocas de mayor sensibilidad de las especies de fauna presentes en el ámbito para evitar en lo posible perturbaciones durante el período reproductor de las mismas. También se deberán señalizar los cables de la telecabina de Fonchanina y de los remontes al objeto de minimizar los riesgos de colisión para las aves.
Una vez finalizadas las obras, se demolerán o retirarán todas las instalaciones temporales, efectuando las labores de limpieza que se estimen procedentes y restaurando los terrenos.
ABC
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) ve factible aunque con condiciones la ampliación del sector de Castanesa de la estación de esquí de Cerler, promovida por ARAMÓN, pero supedita las otras cuatro fases a futuras evaluaciones de impacto ambiental (DIA).
La declaración de impacto ambiental formulada por el INAGA impone un total de 40 condiciones a dicho sector, de acuerdo con los criterios fijados por la Mesa de la Montaña y el Consejo de Protección de la Naturaleza.
Entre ellas, se descarta una pista cercana al Ibón de Basibé, se modifican diez instalaciones, y se condicionan otras actuaciones a los resultados de nuevas prospecciones sobre fauna, flora y patrimonio.
Además, el promotor deberá presentar un nuevo plan de obras cuyo inicio queda condicionado a autorizaciones de otros organismos, como la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
De acuerdo con los criterios de la Mesa de la Montaña, determinadas pistas de esquí deberán ser rediseñadas y reducidas en su superficie en un 20%, lo que supone la reducción de un 10% de la superficie esquiable total del sector.
También se exige que todas las instalaciones sean reversibles y se prescribe la modificación de la plataforma ubicada en el collado de Pleta Vella, minimizando el rebaje del terreno que propone el proyecto hasta límites compatibles con la funcionalidad de la mencionada plataforma.
También se han tenido en cuenta otros criterios como el del seguimiento de las obras con un plan de vigilancia ambiental y la información a la población local y se exigen la aplicación de las medidas necesarias para evitar la aparición de impactos críticos en las especies de fauna y flora más sensibles que pudieran originar su desaparición de la zona.
En aplicación del principio de prevención y protección ambiental y por razones de técnica y metodología de evaluación, la evaluación completa de todo el proyecto resulta inviable y de acuerdo con la Ley no se puede dar por válida una evaluación ambiental más allá del horizonte temporal de los dos años, motivo por el que cada una de las fases siguientes deberá someterse a otra declaración.
EL CORREO
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (INAGA) ve factible aunque con condiciones la ampliación del sector de Castanesa de la estación de esquí de Cerler, promovida por ARAMÓN, pero supedita las otras cuatro fases a futuras evaluaciones de impacto ambiental (DIA).
ARAGON DIGITAL
El Inaga considera ambientalmente compatible con condiciones un sector de la ampliación de Cerler y supedita las otras cuatro fases a futuras evaluaciones. Impone 40 condiciones al sector de Castanesa, donde se descarta una pista cercana al Ibón de Basibé y se modifican diez instalaciones. Además, pide otro plan de obra a Aramón.
El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) ha emitido la declaración de impacto ambiental sobre el proyecto de ampliación de las pistas de esquí de Cerler, promovido por Aramón, S.A., y tramitado por los Departamentos de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, y de Industria, Comercio y Turismo, como Proyecto de Interés General de Aragón. Como resultado, se considera ambientalmente compatible pero «con condiciones» la ampliación de Cerler en el sector de Castanesa.
La declaración de impacto ambiental se pronuncia sólo sobre uno de los cinco sectores planteados por el promotor, en concreto sobre el de Castanesa, que se considera compatible, pero condicionado al cumplimiento de un total de 40 prescripciones. Entre ellas, figura el descarte de una pista cercana al Ibón de Basibé, así como la modificación de diez instalaciones.
Igualmente, el promotor deberá presentar un nuevo plan de obras en el que recoja todas las prescripciones ambientales, y se condiciona el inicio de los trabajos a la obtención por Aramón de las preceptivas autorizaciones de otros organismos, como la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Criterios de la Mesa de la Montaña
El Gobierno de Aragón explica que se ha tenido en cuenta el pronunciamiento del Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón, así como los criterios de la Mesa de la Montaña para los proyectos de esquí.
Las características concretas del proyecto de ampliación en su conjunto, fundamentalmente la distribución espacial y temporal de su ejecución obligan a considerar a los efectos de su evaluación ambiental cada una de las cinco fases de las que consta el proyecto como partes individualizadas.
«La evaluación completa de todo el proyecto resulta inviable, debido fundamentalmente a la dificultad para predecir y proyectar en ese horizonte temporal la aparición de determinados efectos ambientales», indican desde la DGA.
Cuarenta condiciones a Castanesa
La declaración de impacto ambiental detalla que dada la proximidad de las instalaciones al Ibón de Basibé, recogido en el Inventario de Humedales de Aragón, en el Inventario Nacional de Humedales y del que destaca su gran interés ecológico, se eliminará la pista prevista en ese ámbito y sus tres extensiones (pistas no balizadas), y se modificarán los sistemas antialudes ligados a ella. Tampoco se ejecutará la extensión cuyo origen es la plataforma 41, por no estar prevista su construcción hasta fases posteriores.
La plataforma ubicada en el collado de Pleta Vella deberá reproyectarse minimizando el desmonte del terreno. También se modificará el diseño de las pistas número 31, 21, 51 y 33 para adaptarlas en mayor medida a la morfología del terreno. En la construcción de la pista 38, y en la zona de snowboard, no se podrá realizar ningún movimiento de tierras para la instalación de estos elementos.
La pista de verano para acceder a los apoyos del telecabina de Fonchanina deberá ser anulada tras la finalización de las obras, reponiéndose los terrenos a su configuración original y restaurándose la cubierta vegetal afectada.
Se deberán reducir las dimensiones de las balsas de Pleta Vella y Salses, teniendo en cuenta las modificaciones de la superficie de innivación, al objeto de ajustar los volúmenes de embalse, y con ello minimizar la ocupación y los impactos derivados de la misma.
Una vez delimitadas las zonas de actuación se realizarán prospecciones específicas con el objeto de localizar flora y vegetación de interés. Los resultados del estudio serán presentados ante el Inaga, que recabará los informes expertos necesarios para su validación.
Simultáneamente a lo anterior, se realizarán trabajos de prospección faunística en todo el ámbito espacial de esta fase, con objeto de conocer con precisión la utilización de dicho espacio por las especies de fauna de mayor interés. Las especies objeto de estudio, y la metodología para la realización de dichos trabajos serán igualmente dictaminadas por el Inaga.
En todo caso, y de forma previa al inicio de las obras en la zona, deberá procederse por técnicos especialistas a la captura y marcaje -en las mejores condiciones- de todos los ejemplares de lagópodo alpino presentes en los territorios de cría de la especie localizados en la zona de Basibé, lo que permitirá en todo caso un seguimiento posterior de la población. Se justificará así mismo la procedencia o conveniencia de traslocar dichos ejemplares a otras zonas del Pirineo.
Analizados los estudios de flora, vegetación y fauna por el Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, se determinará la necesidad o no, de modificar o eliminar algunas de las infraestructuras diseñadas. Con carácter previo al inicio de las obras se presentará un nuevo Plan de Obras, adaptado a los resultados de los estudios complementarios de flora, vegetación y fauna.
En el cronograma del nuevo plan de obras se deberán considerar necesariamente las épocas de mayor sensibilidad de las especies de fauna presentes en el ámbito para evitar en lo posible perturbaciones durante el período reproductor de las mismas. También se deberán señalizar los cables de la telecabina de Fonchanina y de los remontes al objeto de minimizar los riesgos de colisión para las aves.
La ejecución de las pistas de esquí y de las pistas de verano se realizará minimizando en lo posible los movimientos de tierra. Se priorizará la utilización de materiales procedentes de cada una de las pistas para la realización de la restitución morfológica, con el objeto de evitar movimientos innecesarios y favorecer una mejor integración de las nuevas unidades en el paisaje.
En las balsas de Basibé y Salses deberán integrarse las interfases agua-tierra mediante materiales naturales a fin de conseguir una suficiente integración paisajística. Se deberán habilitar escalas para peces en los azudes y realizar prospecciones de la fauna acuática presente, previas a su construcción, al objeto de determinar las características constructivas más favorables para su funcionamiento y mantenimiento a lo largo del tiempo. Asimismo, los aparcamientos de Benifons y Fonchanina deberán contar con un sistema de recogida de aguas pluviales y aguas de deshielo que deberán ser tratadas.
Las pistas de verano serán accesibles a vehículos motorizados sólo para labores de mantenimiento de la propia estación, para emergencias, para labores de inspección y control y para ganaderos con acceso a los pastos de la zona.
Una vez finalizadas las obras, se demolerán o retirarán todas las instalaciones temporales, efectuando las labores de limpieza que se estimen procedentes y restaurando los terrenos.