En la temporada 2007-2008, la ficha técnica de la estación de Formigal,
consistía en un total de 93 pistas: 6 verdes, 18 azules, 30 rojas y 39 pistas
negras; además de 4 itinerarios fuera de pistas, 2 snowpark, 1 boardercross y 4
itinerarios free-ride; en total 137 kms (el mayor dominio esquiable de las
estaciones de esquí en España) y nótese, que el mayor número de pistas de la
estación de Formigal, lo constituyen las 39 pistas negras.
El reglamento de funcionamiento de las estaciones de esquí españolas (integradas
en ATUDEM), incluye estas pistas negras como parte integrante del dominio
esquiable de las estaciones de esquí. Según este reglamento, las estaciones no
tienen la obligación de balizarlas ni pisarlas, pero sí de señalizarlas
conveniente y verazmente, con los carteles adecuados, atendiendo y velando
siempre por la seguridad de los usuarios.
Precisamente, y considerando esto, no es de recibo que el día 4 de enero de
2008, cuatro de estas pistas negras denominadas Pecariza, El Paco, Ministirio y
Las Peirinas, estuvieran señalizadas como ABIERTAS en el cartel de acceso a las
mismas, como así se demostró con las fotografías “misteriosamente” borradas y
recuperadas posteriormente por la Guardia Civil de la cámara de Chusky, y así
determina la sentencia absolutoria para los responsables de la estación, de
fecha 21/2/2011 con estas palabras “EL DÍA 4 DE ENERO, HABÍA UN CARTEL QUE
INFORMABA DE QUE ESTAS PISTAS CLASIFICADAS COMO NEGRAS, SE ENCONTRABAN ABIERTAS
Y QUE LA SEÑALIZACION DEL RIESGO DE ALUDES ERA NIVEL 3. ASÍ MISMO SE INFORMABA
DE QUE EL PASO ESTABA PROHIBIDO SI LA ENTRADA ESTABA CERRADA. EL DÍA DE AUTOS,
LA ENTRADA ESTABA ABIERTA”. Mientras, los responsables de la estación, sin
acabar de rescatar al último de los fallecidos aquel día, declararon: primero
que era una zona fuera de pistas y después, una pista negra “cerrada”.
Resulta inverosímil pensar que ningún responsable de la estación sabía, ni de la
colocación, ni del contenido del cartel, fijado a la entrada de estas pistas y
perfectamente señaladas en el plano de la estación. ¿No se le ocurrió a ningún
responsable de la estación comprobar o hacer comprobar el contenido de un
cartel, que aunque no legible a 100-150 metros, sí que es visible a esa
distancia desde la pista Midí, o mucho más cerca, desde el telesilla de Anayet?
¿Cómo es posible que a posteriori afirmaran que ese cartel contenía una
información errónea, estaba incompleto y que además desconocían su colocación?
¿Cómo no fueron lo suficientemente diligentes y responsables de haberlo
verificado antes de abrir la estación el día 4, si ellos mismos afirmaron que
el cartel se había colocado la tarde anterior?
¿Cómo es posible que la sentencia judicial del 21 de febrero de 2011, se ajuste
a derecho, absolviendo a los acusados después de comprobarse palmariamente una
negligencia por parte de los responsables de Formigal, al mantener un cartel
con la información de pistas abiertas, cuando tenían como han demostrado los
hechos que haber estado cerradas?
¿Siguen pues los políticos aragoneses, según lo aprobado por el pleno de Las
Cortes de Aragón, pensando y apoyando en su mayoría que la unión de Astún,
Candanchu y Formigal es lo más recomendable, cuando está demostrado que la
grandeza no puede garantizar la seguridad para nuestros padres, hijos y
hermanos?
Por todo ello, entendemos que la sentencia dictada por el Juzgado de Jaca, da
pie a crear jurisprudencia, según la cual, los esquiadores de cualquier
estación de España (que pagan por esquiar en una pista abierta y con todas las
condiciones de seguridad posibles), deberían hacerlo por su cuenta y riesgo, no
pudiendo confiar a la estación el estado o riesgo de cada pista. Y en este caso,
se estaría exonerando a la estación de Formigal, de su posición de garante de la
seguridad de los esquiadores y trabajadores, en una pista abierta de la
estación.
Ello obviamente, resulta del todo inadmisible.
Miguel Angel Rodríguez Cortadé (padre de Chusky)
Este comunicado es en memoria y respeto por tres víctimas en las pistas de esquí
aragonesas, Iñigo, Daniel y Chusky; amantes estos dos últimos de la estación de
esquí de Formigal, que consideraban su segunda casa desde niños.