Si me permiten, se lo explico mejor

EL INDEPENDIENTE, PERIODICO DE ARAGON

Todos los presuntos patinadores de Zaragoza. Aragón y Rioja se me echaron
encima por teléfono, télex e internet. ¡Válganme los dioses! Confieso que no
imaginaba tal pasión en los aficionados al hielo. Si son tan echados p´alante y tantos como dicen, Belloch,
con su propuesta de construirles un palacio invernal, ya tiene asegurada la reelección.

Lo extraño es que esa afición no haya cristalizado antes en nada más concreto, y que las últimas pistas de
hielo instaladas aquí por empresarios privados (véase El Ibón en la calle 5 de Marzo) hubieran de cerrar por
falta de clientela. Pero no es ése el problema central del asunto Zaragoza-Jaca 2022. Porque no se trata
sólo de saber cuánta gente quiere patinar sino de distinguir si Aragón y España ocupan algún espacio en la
élite de los deportes invernales: ¿hockey?, ¿patinaje artístico?, ¿saltos?, ¿slaloms medianos y gigantes?, ¿la
cosa aquella que se corre en unos trineos como torpedos por un circuito especial cuya construcción cuesta
una millonada? ¿O hemos de hacer todo esto (con el dinero del común, por supuesto) para después dejarlo
olvidado como lo está hoy el ruinoso trampolín de saltos de la Universiada frente a la estación de Astún?

Recelo de esta fiebre olímpica (justo cuando sabemos que ninguna de las instituciones interesadas había
consignado a tal tema un sólo euro en sus presupuestos del 2010). Quiero saber el coste, las afecciones
medioambientales y la forma en que se llevará la alta velocidad hasta Jaca. Quiero tener claras las opciones
de esta quinta candidatura y los beneficios que reportará a Aragón y al Pirineo (y no sólo a las grandes
constructoras o a quienes manejan los derechos para televisión). Lo siento, pero tras el ridículo de Gran
Scala y el alegre despilfarro de Motorland, la fe se me ha terminado.

¡Ah! Y sí hay proyectos institucionales que me gustan. Incluso la Expo me parecía bien antes de que la
convirtieran en una kermesse local. El museo o espacio dedicado a Goya me interesa asimismo desde hace
lustros. Si supieran montarlo y gestionarlo con un poco de tino, sería un foco de atracción a escala mundial.
Ahora bien, si preferimos verbenas y palacios de hielo…

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