No había cesado el eco de la desestimación de la candidatura de Madrid como sede de los juegos olímpicos de 2016 y la designación de Río de Janeiro, cuando en un alarde de oportunismo varios prebostes de la política aragonesa, encabezados por «El Discretísimo», anunciaron la presentación de una candidatura para los juegos de invierno de 2018, a escasos días del cierre del plazo.
Fuente: 12-10-2009, artículo de opinión de Mariano Polanco en Heraldo de Aragón