La barrera antialudes del balneario de panticosa llega al justicia

El sistema de protección antialudes que se está instalando en los montes circundantes del Balneario de Panticosa y que supone una inversión de unos cinco millones de euros, ha llegado al Justicia de Aragón. El Club Montañeros en Acción ha solicitado a la institución que intervenga y paralice las obras. Entre otras causas, alega incumplimientos medioambientales y legales, además del «notable» impacto que supone colocar en la montaña 13.500 metros lineales de estructuras antiavalancha, con 3.537 estructuras antialudes, que afectan a 50.900 metros cuadrados. A pesar de ello, la instalación no ha pasado por una evaluación ambiental.

El Gobierno de Aragón ya ha contestado que intervendrá «si se viera que los trabajos no se ajustan a la autorización concedida». Desde el Departamento de Medio Ambiente se asegura, no obstante, que el proyecto, además de haber seguido todos los trámites para su aprobación, tiene como objetivo la seguridad de bienes y personas tal y como estaba previsto en el Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral del Balneario de Panticosa (Pepri), promovido por Aguas de Panticosa, el propio Ejecutivo autonómico y el Ayuntamiento de Panticosa. La ejecución corre a cargo de Nozar-Grupo Inmobiliario.

Los montañeros recuerdan, ante todo, la importancia natural del lugar, en el que convergen tres figuras de protección. «Que obligan a una evaluación ambiental que es obviada mediante el artificio de considerar que se tratan de actuaciones desarrolladas por la propia Administración», afirman.

Y es que, como admite el propio Servicio de Biodiversidad de la DGA, la zona es Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñama y entra en el plan de especies catalogadas, en concreto las estructuras se hallan en el ámbito del plan de protección del quebrantahuesos. Además, algunas unidades se ubican en la zona periférica de protección de los Monumentos Naturales de los Glaciares Pirenaicos, en el macizo de Pondiellos. Y otras, parcialmente en un LIC (Lugar de Interés Comunitario) y en la ZEPA (de especial protección para las aves) de Viñamala.

En el aspecto normativo, los montañeros critican que la autorización no haya sido tramitada por el Inaga (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental), sino por la Dirección General de Gestión Forestal. «Es obvio que esta actuación no la ha promovido la Administración ni se ejecuta en beneficio del monte, sino de unos intereses urbanísticos. Por lo que no se puede invocar a la Ley de Montes», insisten.

Pero en el documento del servicio de Gestión Forestal, firmado por el director general, Alberto Contreras, se puede leer que la finalidad de la autorización es la de «garantizar el uso y disfrute público de los montes, evitar riesgos de erosión y asegurar la protección de la vegetación…, a la vez que cumplir con las condiciones exigidas en el Pepri al objeto de garantizar la seguridad de los usuarios de las diversas instalaciones asociadas al balneario».

Montañeros en Acción fundamenta también su queja en el posible incumplimiento de la Ley Urbanística de Aragón. «El reconocimiento de la existencia de un grave riesgo de aludes en el balneario derivaría en su consideración como suelo no urbanizable especial», afirman. Y recuerdan el hecho de que históricamente, el balneario funcionaba durante el verano. Por lo que «pretender prolongar la temporada, disminuyendo los riesgos naturales a costa de un alto impacto ambiental, supone desvirtuar los principios legislativos recogidos en la ley», concluyen.


ARAGON DIGITAL

Montañeros en Acción pide la retirada de los paraguas antialudes del Balneario de Panticosa
 
Montañeros en Acción ha pedido la intervención del Justicia de Aragón para la retirada de los paraguas antialudes instalados en el Balneario de Panticosa. Según la organización, estos objetos tienen dos consecuencias: disminución de la seguridad de los montañeros y afeamiento del paisaje aragonés.

Zaragoza.- Con relación a la instalación de estructuras antialudes en el circo del Balneario de Panticosa, Montañeros en Acción, grupo integrado en la Federación Aragonesa de Montañismo, ha solicitado la retirada de los mismos y ha pedido que intervenga el Justicia de Aragón.

Según afirma el presidente de la Asociación, José Racag, los paraguas causan dos problemas importantes: el primero, de seguridad, porque son barreras anti-aludes que no respetan el paso de las personas que practican montaña. El segundo problema se refiere a la cuestión estética: un entorno privilegiado que lo conocen todos los aragoneses y todos los españoles como es el Balneario de Panticosa, parece ahora un gallinero o un campo de batalla de la primera guerra mundial. «Nos parece que Aragón no merece este estado de sus montañas», indica.

Este club montañero se ha dirigido con fecha 7-4-08 al Justicia de Aragón para recabar su apoyo en la eliminación y paralización de nuevas instalaciones de estos elementos, que está llevando a cabo la empresa Panticosa Resort en el paraje de los Arnales, una zona de tránsito de muchos practicantes del montañismo. Los paraguas antialudes afectan a espacios de alto valor ambiental en los que confluyen al menos tres figuras de protección oficial. Se trata de una Reserva de la Biosfera Ordesa-Viñamala, se halla en zona periférica del Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos y, además, está en el ámbito del Plan de Recuperación del Quebrantahuesos en Aragón.

Para hacerse una idea de la forma física de los paraguas, Racag lo explicaba así: “son una especie de parrilla, pero en forma de paraguas, de unas dimensiones bastante importantes, deben tener unos 10 metros cuadrados”. La colocación de estos aparatos fue autorizada por la Dirección General de Gestión Forestal (Gobierno de Aragón). Existe previsión de ocupar aproximadamente 12.733 metros lineales (50.900 metros cuadrados) con la implantación de 3.537 estructuras antialudes y 600 metros lineales de barreras antiventisca al objeto de proteger las urbanizaciones proyectadas en el Balneario de Panticosa por la constructora NOZAR.

Montañeros en Acción afirma que no consta la existencia de ningún estudio de impacto ambiental para autorizar esos paraguas antialudes y que no se ha llevado a cabo ningún análisis de la posible interferencia de esas estructuras con las rutas de esquí de travesía que pasan por esa zona.

Este club deportivo desea recordar que las instalaciones del Balneario de Panticosa funcionaron tradicionalmente como exclusivas de verano, fuera de las avalanchas de nieve y que estos paraguas antialudes sólo se basan en la pretensión de prolongar artificiosamente la temporada de explotación del Balneario. Además, la Asociación cree que la razón para los mismos es a consecuencia de ampliar el número de edificaciones existentes.

Según los montañeros “estos paraguas no suponen una mejora del monte (eso hubiera correspondido a la Administración y no a una empresa privada), sino que están guiadas por intereses urbanísticos”.

Desde Montañeros en Acción “tememos que la instalación de paraguas antialudes en el Balneario de Panticosa esté incumpliendo la Ley 6/1998 de 19 de Mayo de Espacios Naturales Protegidos de Aragón”.

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