La parte positiva para Aragón es que beneficiará a Cerler, si efectivamente se hace la ampliación de la citada estación hasta Castaneda. Así, inicialmente se diseñó con el objetivo de beneficiar el acceso a dos estaciones de esquí concretas, la de Baqueira Beret y la de Boí, y a un nuevo aeropuerto que se está impulsando alrededor del Pirineo catalán. Sin embargo, la decisión de Aramón de ampliar Cerler ha cambiado hasta casi el límite provincial con Lérida cambia el escenario. En cualquier caso, falta aún por conocer el detalle concreto del trazado de la futura autovía y de qué salidas se le dotará.
Según ha informado el Gobierno central, la previsión es destinar 63 millones de euros de este fondo extra por el Estatut a tres tramos concretos de carreteras. Uno de ellos beneficiaría exclusivamente al entorno de Barcelona. Los otros dos son Roselló-Almenar y La Vedera-Variante de Almacelles, de la futura A-14. El proyecto de esta vía es que transcurra paralela en su mayor parte al corredor de la actual N-230, entre Lérida y el Valle de Arán.
La decisión de incluirlo en el acuerdo sellado por el Estatuto de Cataluña no es el primer gesto que ha tenido el Gobierno central de acelerar esta vía. Así, ya se ven sobre el terreno muestras de que se han iniciado los trabajos.
A diferencia de lo ocurrido con la autovía Teruel-Cuenca, en este caso no se espera que el Gobierno central detecte un impacto ambiental, a pesar de los parajes que cruzará la autovía.