Ayer, cuando atravesaba la cordillera pirenaica, pude observar las dos partes diferenciales de un mismo entorno, al pasar por el lado sur (España). Primero mi vista se nubló con grúas gigantescas, más arriba polvo, máquinas, escombreras, destrozos, desmontes, desmanes, salvajadas. No fui lo bastante fuerte como para reprimir que mis ojos se humedecieran, pero no ya de impotencia y rabia como semanas atrás, ahora eran lágrimas de tristeza. Tristeza porque estaba siendo testigo de la ambición e ignorancia de unos pocos que con su actitud están destruyendo el patrimonio de muchos (de todos). Tristeza porque el falso ³progreso² está acabando con todo en cuestión de pocos años. Tristeza porque la ignorancia, la incultura, el dinero y el poder juntos nos llevan a estas situaciones, tristeza porque intentan vendernos lo invendible, porque ya no se trata como dice un edil de la zona, que este deterioro afecte a cuatro ³esquiadores o escaladores de montaña². Invito a cualquiera a que pasen y vean y os aseguro que el que tenga un mínimo de sensibilidad, sea alpinista, senderista, montañero, carpintero, fontanero, paseante, guía o pintor, se quedará atónito con lo que sus ojos contemplarán y posiblemente a más de uno también se le humedecerán.
Sólo al cruzar la frontera, pude despertar del mal sueño, ovejas, vacas, caballos pastando tranquilamente, torrentes de agua bajando libres sin canalizar, excursionistas paseando, montañeros hacia sus destinos, bosques de hayas y prados con algún sarrio salpicándolos, me hicieron volver a sentir el Pirineo con el que siempre uno sueña y se imagina. Desde estas líneas quiero felicitar a nuestros vecinos, que han sabido conjurar turismo y tradición, progreso sin horribles edificios de apartamentos (generalmente vacíos), calidad de vida con respeto a su entorno, y desde estas líneas también quiero ponerles un cero muy grande a los gestores de este lado de la cordillera, por no haber entendido nada, por su ambición sin límites, por su manera llamémosle hortera y simple de entender el ³progreso² y sobre todo y esto quiero recalcarlo por su profundo desconocimiento de la montaña.
Espero que nuestros hijos sepan llevar esto de otra manera, recuperen la cultura pirenaica, amen a sus montañas con la suficiente fuerza como para defenderlas de especuladores sin escrúpulos. Sólo si veo que vamos por ese camino desaparecerá el nudo que tengo en la garganta.
El autor de esta carta no desea que su nombre aparezca publicado por trabajar como guía de montaña en el valle de Tena