La ampliación de cerler por castanesa aumentaría el dominio esquiable a más de 100 km

HERALDO DE ARAGON

La ampliación de Cerler por Castanesa aumentaría el dominio esquiable a más de 100 km

Aramón tiene el 11 de diciembre de 2020 como fecha límite para iniciar las obras. Benasque apoya el proyecto pero no olvida sus alternativas

El 11 de diciembre del 2020. Esta es la fecha límite que tiene Aramón, la empresa participada por el Gobierno de Aragón e Ibercaja, para iniciar las obras de ampliación de la estación del Cerler hacia Castanesa (Montanuy). Su consejo de administración se reúne el miércoles en Zaragoza para analizar el estudio técnico que permitirá extender los 77 kilómetros del actual dominio esquiable a más de 100 y contar con dos accesos, uno desde Benasque y otro desde Castanesa. ​

La definición del proyecto se ha debatido ya en el consejo de administración de Fomento y Desarrollo del Valle de Benasque, la sociedad gestora de Cerler. Según lo avanzado hasta ahora, la ampliación se iniciaría desde la estación de Cerler, donde acaban las pistas, en el collado de Basibé, a 2.380 metros. De hecho, la última pilona está situada en el municipio de Montanuy. Desde aquí, a través de dos o tres remontes, conectaría con el frente de nieve en las bordas de Castanesa, donde habría un parquin. Una carretera de 7 kilómetros llevaría a los esquiadores a Fonchanina, ya en el valle de Castanesa. Existe una pista forestal contemplada como vía de evacuación o de servicios para la futura ampliación, pero sería necesario adaptarla como una carretera por donde circularan autobuses lanzaderas para comunicar el pueblo con el frente de nieve, a 1.700 m, y no acumular vehículos.

La idea de iniciar las obras desde Cerler permitiría rentabilizar desde el principio la operación. A partir del primer remonte se construirían otros hasta llegar al frente de nieve para completar progresivamente las otras infraestructuras, como los sistemas de innivación artificial, los edificios de servicios y los accesos.

Este esquema cuenta con una declaración de impacto ambiental, aunque el retraso en su ejecución ha obligado a solicitar sucesivas prórrogas, de manera que Aramón como promotor se enfrenta ahora a un plazo límite. La primera declaración ambiental data de 2010 y estaba condicionada al inicio de las obras antes de dos años. Se solicitó una prórroga de dos años, al no haberse aprobado el preceptivo Plan de Interés General de Aragón para el proyecto y luego una segunda.

El 16 de septiembre de 2014, Aramón alegó «dificultades financieras» en el contexto de la crisis económica general para justificar que todavía no se habían iniciado los trabajos. Se le concedió otro aplazamiento, que finaliza el 11 de diciembre del 2020. En el caso de que las obras del denominado ‘Dominio Castanesa’ no se inicien «de forma efectiva», indicó la resolución del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental, «la presente declaración de impacto ambiental caducará automáticamente y perderá su vigencia», debiendo el promotor iniciar nuevamente un nuevo trámite.

En este contexto, la consejera de Economía de Aragón y presidenta de Aramón, Marta Gastón, anunció el lunes en Huesca que se estaba trabajando en el estudio técnico. Fue una sorpresa, ya que parecía que el proyecto estaba olvidado. Tanto el Ayuntamiento de Benasque como el de Montanuy han mostrado su satisfacción por que se resucite la iniciativa. La alcaldesa de este último lo considera clave para acabar con la sangría de la despoblación en un municipio de menos de 200 habitantes repartidos en 17 núcleos.

A esta circunstancia apela el alcalde benasqués, José Ignacio Abadías. «Algo hay que hacer para que los pueblos se mantengan. Me parece bien que se retome el proyecto», declaró. Por su parte, el presidente de los empresarios del valle de Benasque, José María Ciria, ve positivamente cualquier ampliación «para ser más competitivos» y reitera que «nunca nos opondremos a la extensión por Castanesa, un valle muy tocado por la despoblación».

Sin embargo, tanto Abadías como Ciria piden que esa actuación sea simultánea con la ejecución de otros proyectos eternamente reivindicados en el valle, como la ampliación por Ardonés, que subiría el dominio esquiable a 2.800 metros, y la construcción de un telecabina que conecte Benasque con Cerler y evite las congestiones de tráfico en la carretera. Esta estación es la más alpina del Pirineo aragonés, la de mayor altitud, una ventaja frente a las amaneazas del cambio climático.


DIARIO DEL ALTOARAGON

El «rescate» del proyecto de ampliación de la estación de Cerler ilusiona al territorio

El anuncio del «inmediato» impulso a la ampliación de Aramón Cerler por Castanesa, realizado el pasado lunes por la consejera de Economía, Industria y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, fue recibido con euforia en el municipio de Montanuy, donde estaría el acceso, pero también en el resto de poblaciones de los valles de Baliera, Noguera-Ribagorzana e Isábena, las zonas más directamente beneficiadas por este acceso desde la N-230. Precisamente, el Consejo de Administración de Aramón aborda este asunto en la reunión que mantiene este miércoles.

El recurso de la nieve supondría «un balón de oxígeno» para unos municipios despoblados y envejecidos. Aunque la alcaldesa de Montanuy, Esther Cereza, se enteró «por la prensa», reconoció que ha sido una de sus prioridades este mandato. «Hemos tenido bastantes reuniones de trabajo analizando las posibles soluciones para reactivar el proyecto y sobre todo, para trasladar la situación que vivimos en la zona. Lo importante es que desde el Gobierno de Aragón han visto que esta zona está despoblada y que hay que hacer algo ya», comentó.

Respecto al proyecto, «en fase de estudio», dijo que podría ser una segregación de la ampliación inicial prevista. «Hasta 2020 hay un solo proyecto, que es el de Norman Foster, que tiene el tema de impacto ambiental aprobado hasta entonces. Entendemos por las reuniones que hemos mantenido, que de ese gran proyecto se puede segregar la conexión de la estación con nuestro municipio».

La alcaldesa detalló que este proyecto que supondría ejecutar alguna parte del inicial, que rondaba los 300 millones de euros, contemplaría adecuar un acceso hasta la montaña de Castanesa, desde donde se cogerían uno o varios telesillas que conectarían con el collado de Basibé. «Se trata de que sea viable, que es lo que va a determinar el estudio, y empezar a trabajar cuanto antes para que no caduquen los permisos», insistió aludiendo a esa declaración de Proyecto de Interés General de Aragón (Piga), en vigor hasta 2020.

Esther Cereza avanzó que esperan reunirse con el Gobierno de Aragón «para ver el estudio técnico, aunque creemos que contempla solo la conectividad por telesilla y el acceso con lanzaderas hasta allí», reiteró, en cualquier caso, muy satisfecha. Insistió en la importancia de conectar con Cerler para su municipio donde se han perdido un centenar de habitantes el último lustro. Con un censo de 218 personas, la escuela de Montanuy tiene solo 12 alumnos, pero para la alcaldesa el proyecto beneficia a toda la zona.

Laspaúles también ha perdido un centenar de habitantes en los últimos años. «Éramos 310 y ahora rondamos los 220 habitantes», lamentó el alcalde, Ignacio Espot, sorprendido por la noticia, pero esperanzado. «Hubo algún contacto con Aramón hace tiempo. Ojalá se mueva porque si no esto está muerto. Nosotros, Montanuy. A toda esta zona le queda muy poca vida», aseguró deseando que este anuncio no sea «propaganda electoral», dijo sobre este acceso por la N-230, a unos 15 kilómetros de su municipio.

Bonansa mantiene los 90 habitantes de hace ocho años, aunque su alcalde y vicepresidente de la Comarca de la Ribagorza, Marcel Iglesias, no es optimista. «La tendencia es a perder población», aseguró, ilusionado con la ampliación.

«Acercar la estación es una solución para esta zona. Es una buena noticia y es necesario, sería utilizar un recurso que tenemos aquí y que hay que aprovechar», consideró aludiendo al desarrollo que conllevaría. «El esquí genera economía y puestos de trabajo y a esta zona le hace falta un revulsivo económico».

A su juicio, también para el Valle de Benasque y para Cerler la ampliación es necesaria. «Al final, supone tener una estación más grande. Baqueira se ha abierto al Pallars y lejos de perder, tiene más tirón. Cerler también necesita crecimiento para estar a la altura de otras como Formigal», detalló.

En las últimas elecciones, el Ayuntamiento de Isábena pasó de 7 a 5 concejales al bajar el censo. «Rondamos los 250 habitantes y eso que nos vamos manteniendo mejor que nuestros vecinos de Beranuy y Torre la Ribera», detalló el alcalde, Joaquín Montanuy, contento con la noticia. «Para el Valle del Isábena, acercar el acceso a Cerler -a unos 30 kilómetros del municipio- sería un empujón muy importante, sobre todo en invierno».

Desde el Valle del Noguera Ribagorzana, poblaciones como Sopeira se mostraron encantadas con el nuevo acceso de Cerler. «Todo lo que se haga es positivo porque vamos bajando de población. Estas elecciones pasamos de 5 a 3 concejales. Hay que hacer algo urgente», consideró el alcalde, José María Ariño.

«SI QUEREMOS UNA BUENA ESTACIÓN HAY QUE DAR SERVICIOS»

Desde el Valle de Benasque, el anuncio de ampliación de Aramón Cerler fue recibido con prudencia, ya que se desconoce el proyecto, dijeron, mientras pedían amplitud de miras para abordarlo porque aumentar el volumen de la estación, tanto por Castanesa como por Ardonés, reivindicación fundamental del valle, exige redimensionar servicios e infraestructuras y, sobre todo, ejecutar el telecabina Benasque-Cerler. Así lo afirmó el alcalde benasqués, José Ignacio Abadías, con quien coincidió el presidente de la Asociación Turística y Empresarial Valle de Benasque (ATEVB), José María Ciria.

«No conocemos el proyecto de ampliación. Solo conocimos el de Norman Foster. Así que no podemos opinar sobre algo que desconocemos. Sin embargo -agregó- nuestro Ayuntamiento apoya la ampliación por Castanesa, siempre que se estudie la ampliación de Ardonés y se ejecute el telecabina Benasque-Cerler». Ardonés es una reivindicación antigua y fundamental, a juicio de José María Ciria. «Nosotros apoyamos cualquier ampliación y modernización de Cerler, pero recordamos que el acceso por Ardonés marcaría la diferencia como lo hizo Gallinero», consideró.

Coincidieron en que el telecabina Benasque-Cerler, que se pide desde hace 50 años, recordó el alcalde, sería ahora imprescindible. José Ignacio Abadías abogó por una visión global de la ampliación. «No es solo ganar kilómetros sino generar las infraestructuras que el turismo necesita. Si queremos una buena estación, hay que dar servicios al esquiador, no solo hacer un telesilla. Aunque confío en que los técnicos lo tengan en cuenta», concluyó el primer edil.


NEVASPORT

Aramón quiere reactivar la ampliación de Cerler por Castanesa

La consejera de Economía y Empleo del Gobierno aragonés, Marta Gastón, afirmó ayer en Huesca, que el holding de la nieve cerró 2018 con beneficios, al tiempo que ya se trabaja en nuevos proyectos como la reactivación del Plan Castanesa que busca ampliar Cerler.

Estas declaraciones fueron realizadas por la Consejera en el marco en el marco de un coloquio organizado por la Asociación de Mujeres Empresarias de la Provincia de Huesca (AMEPHU), en donde se estuvo hablando principalmente de asuntos relacionados con el encuentro, pero donde se aprovechó para poder mostrar no solo los logros de su Gobierno, sino los proyectos en los que se está trabajando.

Y respecto al sector de la nieve, además de anunciar que Aramón cerró 2018 con beneficios por primera vez, aseguró que hay dos proyectos en marcha que se están trabajando. Uno de ellos es la unión de las estaciones de Astún y Candanchú con la de Formigal con la intención de crear el dominio esquiable más grande del sur de Europa con una previsión de unos 250 kilómetros de pistas.

El otro proyecto importante en que está trabajando Aramón es en la ampliación de Cerler retomando las intenciones de crear pistas nuevas en Castanesa, algo que se puso sobre la mesa hace algo más de 10 años, pero que con la entrada de la crisis económica que comenzó en 2008, acabó por dejarse en un cajón a la espera de mejores momentos.

La ampliación de Cerler por Castanesa cuenta con el aval de estar considerado un Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA) y ya tiene la declaración de impacto ambiental , que se renovó en 2016, pero caducará el año que viene. Solo se permite una prórroga, por lo que si no se mueve un ladrillo antes de que llegue ese año, habría que comenzar de cero con todo el proceso, con el tiempo y el coste económico que eso significa.

En el valle de Castanesa se proyectaron unos 30 kilómetros, lo que permitiría que la estación de Cerler entrase en el Club 100K de la península. No obstante completar todo el proyecto previsto costaba unos 300 millones de euros. Para obtener el dinero se reacalificaron 50 hectáreas propiedad de Aramón, pero la crisis y la anulación del PGOU de Montanuy por parte del Supremo dio al traste con las intenciones de crear viviendas para unas 2.500 personas.

Hace 5 años el entonces presidente de Aramón, Roberto Bermúdez, planteó una solución alternativa que permitiría abaratar estos costes. Según cuenta hoy El Heraldo de Aragón, consistía en adecuar una pista forestal de 8 km para comunicar Fonchanina, el último pueblo del valle, con unas bordas en Castanesa y aquí hacer un remonte para conectar con la última pilona de Cerler, en el collado de Basibé. De esta forma, se dotaría de otra entrada a la estación, evitando congestiones de tráfico, y el municipio de Montanuy podría atraer a los esquiadores, a los que ahora solo ve pasar camino del valle de Arán, contribuyendo al desarrollo de una de las zonas más deprimidas de Aragón.

Según dijo ayer en Huesca la consejera de Economía y Empleo del Gobierno aragonés, Marta Gastón, ya se están trabajando en los estudios técnicos de este proyecto, y mañana miércoles la DGA se reúne con Aramón para estudiarlos. Según recoge El Heraldo, la alcaldesa de Montanuy ha asegurado que «antes de Navidad ya se estaba trabajando en los estudios técnicos para ver cómo se realizaba la conexión. Hay que recordar que el proyecto no beneficia solo a Montanuy sino a toda la Ribagorza.»

El proyecto presentado hace 10 años, estimaba que se completaría en 2030, y que permitiría que la estación de Cerler ganará entre 425.000 y 505.000 esquiadores anuales por los cerca de 300.000 que está recibiendo actualmente.

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