Las temperaturas máximas subirán entre 5 y 8 grados centígradosy las lluvias disminuirán en España hasta 2100 a causa del cambio climático, lo que provocará diversos impactos en la agricultura, la salud y en los recursos hídricos, según el informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático(IPCC) de la ONU.
Según el informe definitivo (AR5) del Grupo I de Trabajo del IPCC, que se ha publicado este lunes en Estocolmo (Suecia), el panel de científicos prevé que en la región Mediterránea y en el norte de África, el incremento medio de la temperatura será de 0,4 a 2,5 grados centígrados, sobre todo en el norte de África y en Sáhara occidental.
Respecto a las temperaturas, el IPCC considera que entre 2046 y 2065 el incremento de la temperatura será de 2 a 3 grados centígrados, de una forma uniforme en toda la región menos en Mali, donde el aumento será algo mayor. Sin embargo, a largo plazo (2081-2100) las temperaturas subirán entre 3 y 6 grados centígrados en Argelia, Mali, Níger, Sudán, Rumanía, Bulgaria, Bosnia y Herzegobina, Servia y Montenegro, Albania y Macedonia.
Sin embargo, los expertos proyectan que las temperaturas máximas diurnas se elevarán aún más, entre 5 y 8 grados centígrados en España, Portugal y el resto de los países del sur de Europa, como Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Hungría, Rumanía, Bulgaria, Bosnia Herzebovina, SErvia y Montenegro, Albania, Macedonia, Grecia y Turquía.
En cuanto a las lluvias, el informe del IPCC apunta que a medio plazo (2045-2065) disminuirán entre un 10 y un 20 por ciento en el periodo diciembre-febrero y subirán desde ligeramente hasta un 20 por ciento en la zona occidental de la región (lo que afecta a la Península Ibérica) durante los meses de junio a agosto.
De forma general, las precipitaciones anuales descenderán en los países del sur de Europa, «especialmente» en Portugal y España, así como en Macedonia, Grecia, Turquía, Bulgaria, Albania y Serbia y Montenegro.
Igualmente, los científicos prevén una disminución de la nubosidad y la humedad en la zona Mediterránea así como una caída del 40 por ciento en el nivel anual de escorrentías en España, Portugal, Marruecos y otros países de la región.
Según el documento del IPCC, el calentamiento del clima provocará esta serie de efectos e impactará en cuestiones básicas para la humanidad como los recursos acuáticos, la seguridad alimentaria, la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas, así como en el nivel del mar.
Concretamente, advierte del incremento de las sequías y del estrés hídrico debido al declive de las precipitaciones durante la temporada seca, así como del aumento de la duración de las sequías. Asimismo,disminuirá la recarga de los acuíferos como resultado de la menor cantidad de precipitación, al tiempo que aumentará la población de la región y, por tanto la demanda de agua. Así, este descenso de las precipitaciones y el aumento de las sequías afectará a la producción de los cultivos de secano y a la demanda de agua para consumo humano y para usos industriales.
Menos agua, menos especies
El cambio climático tendrá consecuencias también en la seguridad alimentaria puesto que el incremento de las temperaturas reducirá la producción de la mayor parte de cultivos e incrementará sus requerimientos de agua, lo que redundará en una menor eficiencia del agua. Esto, a su vez, reducirá entre un 15 y un 20 por ciento las cosechas en toda la región, en la que la zona más vulnerable será la zona del Sahara y en Egipto en 2050.
Sin embargo, esta subida de la temperatura podría tener beneficios para los pequeños granjeros de cabras y ovejas porque estos ganasdos son más tolerantes al calor. En todo caso, el incremento del estrés provocado por el calor provocará impactos negativos en la salud animal y la producción alimentaria y se espera una escalada de los conflictos derivados con la inseguridad alimentaria.
El fenómeno tendrá también consecuencias en la salud humana puesto que se esperan más enfermedades transmitidas por el agua, que estará más contaminada, debido al aumento térmico y los cambios en la intensidad de las lluvias. Esto, según datos del Banco Mundial de 2013 incluidos en el informe del IPCC, dará como resultado un aumento del 25 al 90 por ciento de la población desnutrida con un calentamiento de entre 1,2 y 1,9 grados centígrados.
Por otro lado, el nivel del mar subirá, crecerá la salinización y se reducirán los recursos de agua potable en las zonas costeras lo que supondrá un aumento de los cos costes socio-económicos. El aumento del nivel del mar a consecuencia del cambio climático, dará como resultado una pérdida de entre el 5 y el 10 por ciento del PIB, siempre y cuando se tomen medidas de adaptación, y de hasta el 14 por ciento si no se actúa.
Los ecosistemas y la biodiversidad de la región también se verán afectados a causa del calentamiento. Así, los científicos advierten de que entre el 60 y el 80 por ciento de las especies actuales podrían desaparecer en el sur de la región mediterránea de Europa si se produce un aumento de 1,8 grados centígrados. Al mismo tiempo, avisa del incremento del riesgo de extinción de especies de montaña en la cuenca Mediterránea.
Finalmente, el documento estima que crecerá la frecuencia de grandes incendios en la región mediterránea lo que favorecerá la toleranciaal fuego de las zonas de arbusto y matorral en la cuenca mediterránea.